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Águilas acrobáticas en Os Pelamios

m. ballesteros A CORUÑA

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

La organización calcula que más de 100.000 personas vieron el Festival Aéreo Internacional

21 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni la Marina ni el Orzán. El centro neurálgico de A Coruña se trasladó ayer al cielo de Os Pelamios, que durante tres horas fue escenario del primer Festival Aéreo Internacional de A Coruña. Desde el Club del Mar de San Amaro hasta el dique de Abrigo se concentró el grueso del público para seguir este espectáculo de arriesgadas acrobacias que, según la organización, atrajo a más de 100.000 personas.

El evento, que obligó a cortar uno de los carriles de circulación del paseo marítimo a esta altura, arrancó pasadas las 12.00 horas con las avionetas del Real Aeroclub de A Coruña y su espectacularidad fue en aumento hasta llegar a las exhibiciones de las patrullas de aviones y helicópteros del Ejército del Aire Español y al caza francés Rafale, que irrumpió en el cielo pasadas las dos de la tarde dejando mudos y boquiabiertos a buena parte de los congregados tanto por su velocidad como, sobre todo, por su ruido atronador, que provocó incluso que saltasen las alarmas de muchos coches aparcados en las inmediaciones.

El caza, del Ejército del Aire Francés y construido íntegramente en el país vecino, fue el telonero de la Patrulla Águila, la formación acrobática del ejército español integrada por siete aviones C-101 y liderada por el comandante Gutiérrez. A velocidades que superaban los 500 kilómetros por hora, las aeronaves dibujaron con el humo de sus colas diversas figuras en el cielo coruñés, como un corazón flechado y una hoja de trébol, y realizaron espectaculares cruces y maniobras que remataron con una pasada de la formación creando una bandera rojigualda de humo, que puso fin a media hora de espectáculo.

Antes también sorprendieron las vistosas y arriesgadas maniobras de la Patrulla Aspa, formada por cinco helicópteros colibrí del Ejército del Aire Español, cuyos pilotos son instructores de estos aparatos y, entre otros méritos, tienen amplia experiencia en rescates de montaña.

Además del caza Rafale, la presencia internacional del festival llegó de la mano de la patrulla Reva, perteneciente también a la fuerza aérea francesa y que está compuesta por tres aeronaves Acroez de forma muy llamativa y estilizada y alas como cuchillas. Las acrobacias se completaron con la Patrulla Bravo 3 Repsol, la Patrulla Jacob-52 y la Aeroflota del Noroeste.