
La Policía Local persigue a una «mafia» dedicada a rebuscar en los depósitos de basura para luego revender el producto
29 ago 2014 . Actualizado a las 10:47 h.El concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo, confirmó ayer la existencia de una red organizada dedicada a la comercialización de basura extraída de contenedores. El edil se refirió a la organización como una «mafia entre comillas» y recordó que la Policía Local ya había detectado hace tiempo su existencia.
Uno de los medios que el cuerpo municipal de seguridad tiene a su alcance para perseguir esa práctica son las multas que se están imponiendo a personas que rebuscan en el interior de los contenedores y tiran su contenido a la vía pública, una conducta que está penalizada por las ordenanzas municipales.
Solo en este año, la Policía Local ha puesto 50 sanciones por ese motivo, diez veces más que en todo el año pasado. Es probable que durante los próximos meses esa cantidad aumente.
Las sospechas de que se trata de una red organizada se hacen más firmes cuando se contempla la nacionalidad de las personas multadas por el cuerpo municipal. Los primeros 33 sancionados durante este año eran todos de nacionalidad rumana, igual que los multados el año pasado, y todos ellos eran varones de entre 20 y 40 años de edad. La Policía Local ha detectado un fuerte aumento de las personas que rebuscan en contenedores, pero ese incremento no se ha traducido en un mayor uso de los comedores y otras alternativas de alimentación que ofrecen los Servicios Sociales del Ayuntamiento.
El propio concejal Miguel Lorenzo señaló ayer que las personas que conformarían esa red de reventa de los productos encontrados en contenedores «no acuden a los comedores de Servicios Sociales».
El edil también matizó la polémica originada a principios de este verano sobre la posibilidad de que hubiese niños en la ciudad con problemas de alimentación derivados del cierre de los comedores escolares de la ciudad.
Miguel Lorenzo señaló que los Servicios Sociales hablaron con «todos los colegios de la ciudad», y después de ese análisis se detectó el caso de tres menores de edad que podrían tener dificultades para comer en condiciones todos los días. Como consecuencia, el Ayuntamiento decidió facilitarles alimentación durante todo el verano, tanto para la hora de la comida como para la cena. El concejal explicó que se espera que la situación se normalice a partir del inicio del curso escolar, cuando vuelvan a abrir sus puertas los comedores de los centros.