Asaltan el estanco de San Pantaleón y se llevan 9.000 euros en tabaco

Emiliano Mouzo PADERNE / LA VOZ

A CORUÑA

Para entrar en el estanco arrancaron la alarma de seguridad.
Para entrar en el estanco arrancaron la alarma de seguridad. C. D.< / span>

Los ladrones de este negocio de Paderne arrancaron las alarmas de seguridad

11 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos desconocidos asaltaron el estanco de San Pantaleón das Viñas, en Paderne y se llevaron unos 9.000 euros en tabaco. El robo fue perpetrado en la madrugada de ayer, pero se desconoce la hora, «porque ninguén oíu nada», comentó Javier, el propietario del negocio.

Y nadie oyó nada porque los ladrones hicieron un trabajo muy bien hecho. Primero extrajeron el bombillo de la cerradura de la persiana de seguridad, construida en acero, una operación que no requiere realizar mucho ruido. Ya en el interior del estanco actuaron con mucha rapidez para anular la alarma que está conectada con una central de seguridad. Este equipo de alerta fue arrancado de cuajo. «Tanto a central como a bocina», explicó el titular del negocio.

Después los cacos camparon a sus anchas por el local, «pero non deberon dedicarlle moito tempo para atopar e para coller o tabaco», indicó José Antonio, «porque foron a tiro fixo». Sí, los ladrones fueron directamente hacia unos cajones que se encuentran debajo del mostrador, en donde se guardan los cartones enteros, «e non se levaron nin un paquete solto, dos que temos nos expositores», subrayó el dueño del estanco.

Después huyeron con el botín. «Debían de ter un coche esperando, aínda que para levar 9.000 euros de tabaco non fai falla un camión, nin tan sequera unha furgoneta. Os cartóns ben lle colleron no maleteiro dun coche», manifestó José Antonio.

Y cuando el hombre se levantó por la mañana y miró por la ventana ya supo que algo iba mal en el estanco, «porque os ladróns deixaron a persiana completamente levantada e a porta aberta».

Ladraron los perros

Los dueños del estanco viven frente a su negocio, «cruzando a estrada», pero no oyeron nada. Casi al lado hay un bar, y otras casas: «Unha veciña escoitou ladrar aos cans de madrugada, pero por aquí hai moito xabaril e non fixo caso».

Ahora es la Guardia Civil la que tiene que tomar muestras que pudieron dejar los ladrones para dar con ellos.