El submarino de la armada holandesa Hnlms Bruinvis (S 810) llegó ayer a la ciudad y permanecerá atracado en el puerto hasta el domingo.
Esta nave de propulsión diésel-eléctrica con 68 metros de eslora, fue noticia hace algo más de un año, cuando, supuestamente, fue avistada en las costas de Estocolmo en octubre del pasado año. El Gobierno sueco inició entonces una operación militar en el mar Báltico ante esa posible actividad submarina y la publicación de una fotografía en la que se podía ver un buque extranjero en sus costas. Se pensó que podría tratarse de un submarino ruso averiado, pero el Gobierno ruso lo desmintió. Las sospechas se dirigieron entonces a este submarino holandés que había realizado maniobras por la zona unas semanas antes, pero el Ministerio de Defensa holandés negó entonces que se tratase de ningún buque perteneciente a su flota, ya que el Bruinvis había recalado días atrás en Tallin.