El Silicon Valley coruñés arranca este martes en la fábrica de armas, ya desalojada

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Ángel Manso

Defensa firmará ese día la cesión a la UDC para crear la Ciudad de las TIC

18 feb 2020 . Actualizado a las 17:00 h.

El 55,4 % de todos los empleos que genera el sector de las nuevas tecnologías en Galicia se concentra en la provincia de A Coruña, y la mayor parte de ellos, en la ciudad y su entorno. Según los datos que maneja el Clúster de las TIC, en A Coruña, Abegondo, Arteixo, Cambre, Carral, Culleredo, Sada y Oleiros hay 505 empresas vinculadas a la nueva economía, firmas que suman 7.793 empleados y una facturación conjunta de 1.097.105.597 euros, según los últimos datos disponibles. Las cifras podrían ser hoy todavía mayores porque el sector crece de año en año. Las empresas del ramo facturan en Galicia unos 2.500 millones al año, por lo que casi la mitad de esa cifra se concentra en el área coruñesa.

Esa realidad está detrás del impulso que la UDC y el Clúster de las TIC han dado al proyecto de la Ciudad de las TIC, un plan para reconvertir la fábrica de armas, cuya última concesionaria abandonó las instalaciones esta semana, en un polo tecnológico único en Galicia.

Hoy las empresas del sector en A Coruña y su entorno se encuentran dispersas. Sí hay polígonos de perfil industrial -parte de A Grela y Sabón- y mayoristas -Pocomaco- pero ninguno que dé cobertura a las TIC. El martes está previsto que ese polígono empiece a tomar forma. Ese día está previsto que el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, firme la cesión de las instalaciones, recién recuperadas, a la Universidade da Coruña.

La reconversión del espacio no será inmediata, y el Silicon Valley coruñés todavía tardará un tiempo en ser una realidad. Según los planes presentados en su día, la UDC actuaría como entidad para lanzar el proyecto. Después se constituiría una sociedad específica para llevar la gestión. 

Apoyo empresarial

Las empresas más importantes ya mostraron su interés en su día por el proyecto. En la lista de compañías figuran firmas como Indra, Éveris, Cinfo, Igalia, Stratesys y R. Los planes ahora hay que concretarlos, pero las estimaciones iniciales hablan de al menos 2.500 empleos solo en 15 empresas que estarían dispuestas a instalarse allí para crear un parque empresarial único en Galicia. «A Cidade das TIC é un polo de desenvolvemento e innovación baseado na intelixencia artificial, BigData, dixitalización, robótica... en que se desenvolverán centros de formación e investigación universitaria en contacto directo coas empresas do sector, tanto as consolidadas como as que están nacendo e en fase de aceleración. Os sectores que desenvolverán a súa actividade van desde a industria 4.0, o téxtil, loxístico, construción naval, aeronáutica, alimentario, audiovisual e saúde. Para a UDC supón potenciar o seu Campus Innova e facilitar a visibilidade nacional e internacional dos seus grupos de investigación», indica el rector, Julio Abalde

Lo primero que se hará, tras comprobar el estado de las naves, será encargar un proyecto para rehabilitar las naves existentes. El frente de la fábrica, tras la entrada, quedaría reservado para espacios comunes, centros de formación, innovación y transferencia de la UDC. Detrás en las naves existes, se habilitaría el espacio para las empresas.

La universidad pagará a Defensa un canon de 260.000 euros anuales por las instalaciones, con una concesión por 25 años, prorrogable otros 25 más, y con opción de compra de los terrenos desde el quinto año. Para la financiación del proyecto la UDC cuanta con aportaciones del Igape y estatales y solicitará también fondos europeos con los que afrontar las obras. El Igape tiene previstos para este año 8,3 millones de euros, pero la cantidad podría aumentar hasta los 16 millones en función de las necesidades. Además, los trabajos también se pagarán en parte con las aportaciones que realicen los propias empresas que allí se instalen.

La difícil situación de cerca de 60 trabajadores que nunca llegaron a cobrar su nómina

La salida el pasado martes de Hércules de Armamento de la fábrica de armas supuso abrir la puerta, un año después de presentado el proyecto, al arranque de la Ciudad de las TIC. Hércules, con todo, no ha solucionado los problemas de los trabajadores que en el 2015 se embarcaron en el plan de poner en marcha de nuevo la fabricación de armas.

Los problemas laborales de la factoría venían de lejos, desde los tiempos de General Dynamics. Con Hércules muchos tuvieron la esperanza de volver a tener unos empleos estables. No lo lograron. Aquellos trabajadores, explica uno de ellos, no llegaron a cobrar nunca ni una sola nómina. Sin embargo, la empresa tampoco los despidió ni aprobó ningún ERE, por lo cual siguieron con un contrato en vigor y sin tener derecho a prestaciones como el subsidio de desempleo. Algunos acabaron buscando trabajos en otros sectores, otros siguieron con la esperanza de una solución que no llegó.

Lo que queda de aquella plantilla, unas 60 personas, todavía no sabe qué ocurrirá con ellos ni cuál será su situación legal tras el desalojo de Hércules. En su día el rector habló de buscarles acomodo dentro del proyecto, pero todavía no se ha concretado cómo. Lo que sí saben es que allí ya no se volverán a fabricar armas.