Una nueva acción vecinal en Monte Alto logra el cierre de una narcocasa en A Coruña

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Un particular anónimo selló con ladrillos los accesos tras una serie de incidentes protagonizados por toxicómanos en los últimos días

26 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El número 6 de la calle Pintor Román Navarro, una vía sin salida a unos pasos de la plaza de España, era hasta este jueves uno de los puntos de venta de droga que más años llevaba funcionando en la ciudad. Perpendicular a la calle de la Torre, esa estrecha calzada fue siempre un lugar señalado y temido en el barrio porque un supuesto grupo criminal de traficantes hicieron de una casa abandonada y en ruinas uno de sus principales negocios. Vecinos y comerciantes pidieron numerosas veces a las autoridades que la derribaran. No se hizo y tras una semana en la que en la zona se registraron varios incidentes con toxicómanos, este miércoles por la mañana un particular, de manera anónima, aprovechó que no había nadie en el inmueble, cogió ladrillos, armó el cemento y selló la puerta.

No había pasado ni media hora cuando regresaron los que explotan ese punto de venta de droga. Como el cemento estaba todavía húmedo, no tuvieron problemas para tirar abajo el muro. Entraron y se volvieron a ir por la tarde, momento que aprovechó de nuevo ese vecino para tapiar el acceso otra vez. En eso apareció la Policía Local, que precintó la puerta y permaneció en la zona para evitar incidentes y que los okupas no volviesen a entrar.

Ese número 6 de Pintor Román Navarro es una casa de una planta que por fuera da miedo y por dentro es de suponer que da incluso más. A veces la puerta tenía una cadena con un candado y a veces no. Los okupas que la controlaban vendían droga por temporadas. Hay semanas que la tenían como segunda residencia o refugio cuando eran desalojados de otra calle de Monte Alto. Y los que viven o trabajan por los alrededores llevaban mucho tiempo cansados de la impunidad con la que se mueven.

Algunos de los que salieron de la calle Washington presionados por una concentración vecinal se metieron ahí. Fue entonces cuando la Agrupación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto movió ficha. Los responsables de este colectivo entregaronen febrero en el Registro municipal una solicitud al gobierno local para que procediese a inspeccionar de manera inmediata la casa okupa de la calle Pintor Román Navarro.

El inmueble, ubicado en una vía que se conoce más como estrecha de la Torre que como Pintor Román Navarro, perteneció hace decenios a una confesión religiosa y desde hace años a una banda de traficantes que la okuparon. Desde entonces, funcionó como narcocasa, según denuncian los vecinos y comerciantes de la zona.

En la petición entregada por el colectivo de comerciantes en febrero se exponía que la inspección por parte de los responsables de Urbanismo es necesaria «por el peligro inminente de derrumbe». Añadía la carta que en esa casa «se vienen ejerciendo actividades ilícitas, como venta de estupefacientes, de las cuales son conocedores el Ayuntamiento y la Policía Local».

Las condiciones de la casa son ruinosas, con enganche de luz ilegal, el cual ya originó un incendio en una ocasión.