La AG-55 cumple un año con un solo carril y cobrando el peaje

Susana Acosta
S. Acosta A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

La autopista se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos con pivotes, carriles cortados y operarios en los arcenes.
La autopista se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos con pivotes, carriles cortados y operarios en los arcenes. Paco rodríguez< / span>

El alcalde de Arteixo propone suprimir el cobro cuando se produzcan cortes

03 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los usuarios de la AG-55 llevan sufriendo continuos cortes de tráfico en esta vía de pago desde julio del año pasado. El último, ayer mismo, a primera hora de la tarde y por el que los conductores mostraron su desaprobación por el pago del peaje mientras sufren las incómodas consecuencias de las obras que se están realizando en la zona.

Una situación que se puede prolongar otros seis meses más y que se verá agravada a medida que las obras del vial de acceso al puerto exterior vayan avanzando.

Pero estos inconvenientes no impiden a la concesionaria de la autopista seguir cobrando el importe íntegro (0,55 euros hasta el peaje de Arteixo), por mucho que los vehículos tengan que circular a 50 kilómetros por hora, por un solo carril y se vean obligados a sufrir cortes constantes.

Tampoco la Xunta tiene intención de exigir a Autoestradas de Galicia una reducción del peaje mientras duren las obras. Y es que la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Ethel Vázquez, dejó muy clara ya su postura sobre el peaje en septiembre del año pasado. «A AG-55 é a autoestrada ca peaxe máis baixa de toda España. No ano 2014 non se incrementou e, por outra parte, a Xunta está subvencionando o itinerario dos usuarios que están facendo o percorrido. É o primeiro goberno e o único que fixo esta subvención de peaxe», se limitó a decir entonces Vázquez.

Sobre los cortes de tráfico de ayer, la Xunta explicó que no tiene constancia de que en la autopista se registraran incidentes, aunque sí explicó que en el puerto exterior se produjeron voladuras controladas.

Una opinión que el alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, no comparte. El regidor reconoce que el avance de las obras de Fomento está entorpeciendo el tráfico en la autopista. «No quieren asumir un problema que va a ir a más y que está complicando la circulación. Desde el Concello entendemos las molestias de los usuarios y creemos que si se producen situaciones de retrasos y cortes de tráfico se debería evitar el pago en esos momentos puntuales. Es un tema entre la concesionaria y la Xunta que deberían tratar porque la situación se va a agravar», advierte.

Una autopista a la que le persigue la polémica desde su entrada en servicio

La polémica siempre acompañó a la AG-55. Ya desde sus inicios surgió la controversia al haber anunciado la Xunta que sería una autovía y, por tanto, gratuita, pero que finalmente resultó ser una autopista de pago. Y desde entonces comenzaron las reclamaciones por la supresión de las cabinas. Ya en noviembre del 2002, el entonces alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, clamaba por la supresión del peaje de la AG-55 entre A Coruña y Arteixo: «Es imprescindible eliminar el peaje porque miles de trabajadores lo utilizan cada día para ir al polígono de Sabón». Unas declaraciones que no sirvieron para que la Xunta suprimiera el peaje que permite ingresar una millonada cada año, gracias a que los ciudadanos acuden a cumplir con sus obligaciones laborales al polígono de Sabón.

Hasta 2,5 euros tienen que desembolsar los conductores de un turismo por el privilegio de recorrer sus poco más de 30 kilómetros entre A Coruña y Carballo, mientras que los pilotos de camiones de cuatro ejes y otros automóviles en la categoría de Pesados 2 tendrán que pagar la friolera de 4,95 euros por el mismo trayecto. Unas tarifas que permanecen inamovibles mientras la calidad del servicio fluctúa. Tanto que en la actualidad no se le puede denominar autopista a esta calzada porque se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos con carriles cortados, pivotes que dividen ambos sentidos circulatorios, curvas, cortes de tráfico y operarios que ocupan los arcenes de la calzada para detener a los vehículos.