Una vecina de Arteixo abre un taller en esta zona castigada por las obras del vial al puerto exterior
11 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Hace apenas unos meses que Melanie Moreira decidió embarcarse en un proyecto empresarial que describe como apasionante. Todo se puso a favor para que esta vecina de Arteixo pudiera montar un obrador de magdalenas, ni más ni menos que en el Quinto Pino. Un hecho del que le gusta presumir, a pesar de los inconvenientes que lleva sufriendo esta zona. Hasta tal punto que lo utiliza como lema publicitario: «O recuncho das magdalenas. Recoge tu pedido en el Quinto Pino. No es broma», reza en las tarjetas que ha repartido por el municipio. «La gente me preguntaba dónde me había instalado y cuando decía que en el Quinto Pino siempre tenía que aclarar que no era broma», comenta sobre cómo surgió la idea del lema publicitario. «Estuve trabajando doce años en una empresa de telefonía, en el departamento de márketing, y en el 2012 me tocó el ERE. Tras dos años en casa cuidando de los niños, la necesidad hizo que surgiera esta idea. Mi cuñado me propuso que me dedicara a hacer magdalenas porque siempre se me dieron muy bien. Y vi que tenía aceptación, así que me fui animando. Un día por casualidad abordé al dueño del negocio que estaba debajo de mi casa y le propuse que si algún día tenía pensado dejarlo, que me avisara. Fue entonces cuando me dijo que precisamente estaba pensando en trasladarse», comenta Moreira sobre cómo todo fueron facilidades a la hora de montar su negocio.
Asesoramiento externo
«Me fui a una feria de repostería en Palexco y allí había unos laboratorios que daban unas charlas gratuitas y te asesoraban. Llamé y la chica, María Canedo, me animó», comenta esta emprendedora.
Fue uno de los asesores de este laboratorio quien le propuso que bifurcase su modelo de negocio, que no se dirigiera solamente a particulares, sino también a locales hosteleros. «Me fijé que la repostería americana está muy de moda pero, en mi opinión, una vez que la pruebas ya no tienes más ganas de repetir, a pesar de que tienen una presentación muy chula. Así que se me ocurrió presentar la repostería tradicional nuestra de una manera más original, con un formato más apetecible. Y utilizo telas, cestas artesanas, peneiras. Siempre voy con el radar puesto buscando ideas», explica Moreira que realiza envíos a distintos puntos del territorio nacional. «Ya he enviado magdalenas a Barcelona, Madrid, Bilbao, Valencia... Son clientes de aquí, pero quieren realizar algún envío fuera. La verdad es que estoy muy contenta y no descarto crear una tienda online, pero ya se verá en un futuro», comenta esta empresaria, que no puede evitar su ilusión con este proyecto.