«Las personas inteligentes no son las de mayor coeficiente»

E. S. CAMBRE

CAMBRE

La psicóloga ofrecerá una charla en Cambre este sábado

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar) organiza para el próximo sábado (17.00 horas en el local de la tercera edad de Cambre) la charla Gestionando emociones, dentro de los actos incluidos en las celebraciones del Día Internacional de la Mujer. La psicóloga María del Carmen Patiño García (Arteixo, 1967) es la encargada de impartirla. Ella dará las claves para superar estados negativos y cómo conocerse mejor a uno mismo para afrontar retos personales y profesionales. Su experiencia como miembro del Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes e Emerxencias, que coordina el Colexio Oficial de Psicólogos, la avala.

-O sea, que lo importante no es ser listo...

-Se ha demostrado que las personas inteligentes no son las que tienen un mayor coeficiente intelectual, sino las que poseen más recursos gestionando emociones y no se deja llevar por los impulsos.

-¿Cómo se adquiere esa inteligencia?

-Precisamente, aprendiendo a gestionar las emociones. Una parte de la personalidad viene dada por la carga genética, pero otra se aprende. Al igual que se aprende a ser asertivos, a ser empáticos... Por ejemplo, si estás enfadado y subes la voz tienes que saber que en la otra persona provocas una reacción, un cambio.

-Supongo que no se trata de reprimir emociones.

-¡No! Más bien de saber qué hacer en cada momento. Hay que aprender a darle la vuelta a una situación negativa y nunca menospreciarse.

-¿Y son las mujeres más o menos inteligentes emocionalmente?

-Esta comarca, en general, está muy volcada en el rural. Y en momentos de crisis, por ejemplo en los años ochenta, las mujeres fueron las que reflotaron las economías familiares. En realidad, esto ha pasado en toda Galicia. Siempre han sido ellas las que han sacado recursos de la manga para salir adelante. Lo hemos visto y vivido con nuestras madres y nuestras abuelas.

-¿Esa es la realidad que se encuentra Anfar?

-Es que dentro de esta asociación hay muchas mujeres con situaciones personales muy difíciles, tanto económicas como familiares o de pareja. Pero nosotros lo que queremos transmitir es que siempre hay una salida del atolladero. Y se puede hacer, pero gestionando las emociones cada día. En este sentido, la labor que está desarrollando Amfar y en su concreto su presidenta, Catalina Rodríguez, me parece que es encomiable.

-Dicen que las mujeres, en general, somos más emocionales.

-Las mujeres siempre vamos un poco a remolque en estas cuestiones. Y lo habitual es que necesitemos un reconocimiento para valorarnos. Pero en silencio, sin esos reconocimientos, también se hacen cosas importantes. Hay que ponerse en valor porque cuando uno tiene fortaleza psicológica las cosas empiezan a cambiar.