Pompeya recupera su enigmática Villa de los misterios

La Voz GONZALO SÁNCHEZ | EFE

CULTURA

Uno de los símbolos de este yacimiento arqueológico del sur de Italia reabre sus puertas para mostrar su aspecto tras casi dos años de restauración

20 mar 2015 . Actualizado a las 19:01 h.

Los enigmáticos personajes que recorren desde hace más de dos milenios los muros de la Villa de los Misterios, en Pompeya, parecen ahora más vivos que nunca tras un proceso de restauración con el que Italia «restituye al mundo uno de sus tesoros». Así se expresó el ministro de Cultura de Italia, Dario Franceschini, durante el acto de reapertura de esta importante villa, que ha permanecido cerrada parcialmente durante casi dos años en los que ha sido sometida a una serie de trabajos de rehabilitación.

Las labores de restauración han tenido un coste de 900.000 euros. Comenzaron en mayo del 2013 y han afectado a la decoración de mosaicos y frescos de las más de 70 habitaciones en las que se articula la villa. Este proceso se ha ejecutado por partes, según señalaron los organizadores, con el fin de no clausurar al público todo el edificio durante este dilatado periodo de tiempo.

Con el curso de los años, las pinturas y los suelos de la villa han sido objeto de frecuentes y pequeñas restauraciones aisladas, según criterios que antes eran considerados correctos pero que con el tiempo han generado problemas. Por ejemplo, el empleo de cera sobre los frescos para mantener adheridos sus pigmentos al principio funciona pero con el paso del tiempo termina oscureciendo el aspecto de las imágenes. Tras analizar las pinturas con termografía por infrarrojos, los técnicos decidieron mantener los últimos estratos de cera y procedieron a la limpieza de los frescos para retirar las capas de cera más superficiales, una tarea que se ha llevado a cabo con sustancias absorbentes.

En cuanto a la Sala de los misterios, la más importante de la villa y decorada con unos impresionantes frescos realizados con cinabrio, un sulfuro de tonalidades rojas y muy costoso en aquella época, ha sido limpiada mediante técnicas láser que sirven para rehabilitar superficies extremadamente delicadas sin necesidad de recurrir a agentes químicos o instrumental mecánico.

La villa fue construida en el siglo I a.C, en la periferia de aquella importante urbe portuaria que fue Pompeya hasta su trágico desenlace, cuando en el año 79 d.C fue sepultada por la violenta erupción del volcán a cuyas faldas se asienta, el Vesubio. El descubrimiento de esta ciudad se produjo en el año 1748 y tras múltiples excavaciones emergió esta villa que pronto se alzó como una de las joyas del patrimonio arqueológico italiano. Se trata de un complejo arquitectónico de cerca de 3.000 metros cuadrados que formó parte de un exclusivo barrio situado en una zona con una vista privilegiada al Golfo de Nápoles.

El «Gran Proyecto Pompeya»

Aprovechando la reapertura de la villa, Franceschini abordó el estado del conocido como «Gran Proyecto Pompeya», cofinanciado por la Unión Europea y destinado a la conservación de este importante sitio arqueológico, perjudicado por los derrumbes y los desperfectos en los últimos tiempos. Un plan anunciado en el 2012 pero cuya puesta en marcha se retrasó hasta el año pasado y con fecha de finalización el próximo diciembre.

El ministro opinó que este año de programa ha sido «extraordinario» y anunció que Italia «ha pasado página» en la conservación de Pompeya aunque reconoció que no todo el trabajo está hecho y que un sitio de su extensión, más de 60 hectáreas, requiere de cuidados continuados. «Sabemos que el mundo mira con interés a Pompeya. Hoy Italia puede decir orgullosamente que hemos pasado página. Si me preguntáis si ya hemos resuelto todo, os digo que no. Si por contra me preguntáis si estamos resolviendo las cosas, os diré que si», apuntó.

En este tiempo, según informó, se ha puesto punto y final a tres obras, otras trece están ya ejecutándose y nueve licitaciones están comenzando a desarrollar sus proyectos de conservación. Franceschini se refirió también a que las visitas han incrementado en el último año en 200.000, una cifra importante habiendo cuenta de que la Comisión Europea estima que Pompeya recibe anualmente a un total de 2,3 millones de personas.

El ministro insistió en celebrar este cambio de ruta en las políticas destinadas al yacimiento y aseguró que la Unesco tras comprobar el estado de las obras, no se plantea excluir a Pompeya de su lista de Patrimonio de la Humanidad, a la que pertenece desde 1997.