«Fast & Furious 7»: El fantasma de Paul Walker revienta la taquilla

Agencias / La Voz

CULTURA

La séptima entrega de la saga recauda 384 millones de dólares en su primer fin de semana

06 abr 2015 . Actualizado a las 13:32 h.

Su abrumadora acogida durante las vacaciones de Semana Santa han convertido a Fast & Furious 7 en uno de los mejores estrenos de la historia. La séptima entrega de la saga ha sido la película más vista este fin de semana, recaudando 384 millones de dólares en los cines de todo el mundo. Solo a las salas españolas ha arrastrado a más de 800.000 espectadores, según datos de Rentrak, publicados en su cuenta de Twitter.

En total, la cinta ha sumando cuatro millones de euros de recaudación en España durante el fin de semana, una cifra que se une a los números conseguidos en su estreno: un total de 1,6 millones de euros. Es, con mucha diferencia, la mejor apertura de la saga.

¿Cuál es el secreto de este apabullante éxito? Nada más instalarse en la taquilla, el público se abalanzó a los cines para ver a su gran estrella Paul Walker por última vez en la gran pantalla. El actor falleció en el año 2013 en un trágico accidente de coche a los 40 años, dejando inacabada la séptima entrega de Fast & Furious. Su trabajo en la película se completó utilizando tecnología digital y una serie de dobles.

La grabación se retomó, tal y como estaba previsto, aunque el estreno fue retrasado de julio del 2014 hasta abril del 2015. Dirigida por el debutante en el género James Wan y con un guión alterado por la fuerza de la tragedia, el final está cargado de simbolismo. Para «sustituir» a Paul Walker, sus hermanos, Caleb y Cody, se sumaron al reparto y asumieron la tarea de dar vida a Brian O'Conner. Lo hicieron rodando sus escenas y modificando sus rasgos faciales con ayuda de la generación de imágenes por ordenador, la técnica CGI (computer-generated imaginery). Los que han visto ya la película aseguran que resulta difícil distinguir las escenas rodadas por el actor y las que se hicieron después de su muerte.