Solo quedan por ejecutar la recolocación del hórreo y la instalación eléctrica
05 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El castillo de Pambre quedará abierto al público a finales de este mes o a principios de septiembre, después de dos años en los que fue objeto de una completa rehabilitación a cargo del equipo que dirige el arquitecto Mario Crecente. Los únicos trabajos que faltan por ejecutar son la instalación eléctrica y la recolocación del hórreo. Este fue desmontado piedra a piedra para realizar el resto de la intervención y ahora está siendo erigido de nuevo por el mismo grupo que se ocupó de la restauración de la pedra de abalar de Muxía y el castro de Baroña. La otra tarea que se está concluyendo, aunque está muy avanzada, es la de completar el sistema de iluminación.
La obra fue ejecutada, sumando trabajos complementarios con los que no se contaba en un principio, con un presupuesto de más de dos millones de euros aportado por la Xunta. A ello hay que sumar varias actuaciones que el Concello efectuó centradas en acondicionar los accesos en la zona, sobre todo en la pista que une Sambreixo con Pambre (al lado del río del mismo nombre) en la que se construyó un puente y se mejoró la pavimentación.
El proyecto respeta la construcción inicial, al tiempo que se hicieron actuaciones arqueológicas que permitieron descubrir detalles y aspectos que no se conocían como el aljibe del que sacaban el agua los primitivos moradores de la fortaleza o algunas tumbas anejas a la capilla del siglo XII. La colocación de pasarelas metálicas permitirá al visitante acceder a todos los puntos del castillo, algo que nunca fue posible debido a la invasión generalizada de maleza.
El programa comprende también la creación de un centro de interpretación en el que el usuario obtendrá una completa información de la historia del castillo y el Camino de Santiago. Todas las partes de la fortaleza estarán señalizadas para que los visitantes conozcan su uso. Por las noches la zona contará con una iluminación led destinada a que se puedan realizar visitas nocturnas, sobre todo en los meses con menos horas de sol.
Actualmente, por las obras, el acceso al interior del recinto fortificado está prohibido, pero esto no ha impedido que en lo que va de año más de 9.000 personas hayan visitado la zona, a sabiendas de que solamente podían disfrutar de los exteriores.
«Estamos deseando abrir las instalaciones, si pudiera ser hoy mejor que mañana, pero hay que hacer las cosas bien y por eso fue preciso esperar tanto tiempo», aclaró el alcalde de Palas de Rei, Pablo Taboada. El regidor fue rotundo al afirmar lo que significa la rehabilitación del castillo de Pambre para el municipio. «Es un sueño poder ver rematada una obra con la que no hay duda que soñábamos todos los palenses. Ver que el gran símbolo del Concello está en manos públicas y rehabilitado es algo imposible de explicar si uno no es de aquí», admitió Taboada.