DEPORTIVO Si faltan unos minutos para empezar un partido, Irureta se arranca con un Padrenuestro. Si gana la Liga, da gracias al cielo llenándose los pies de ampollas por el Camino de Santiago. Si un jugador le sale rana, abre la Biblia y razona con una parábola. Tristán tuvo suerte. Luis Aragonés le habría zarandeado, Van Gaal lo pondría en el ostracismo y Toshack... a saber.
24 abr 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Diego Tristán fue grabado por las cámaras de Canal Plus en Valladolid criticando a su técnico mientras consolaba a su compañero Fernando. Cuando en Balaídos, el ex-madridista tuvo su oportunidad sustituyendo a Tristán, el sevillano recordó que la caridad bien entendida empieza por uno mismo, y cuestionó abiertamente la decisión de Javier Irureta («con cambios así no se ganan partidos», dijo). El técnico se sacó ayer la espina. Evitó la oscuridad del vestuario y habló con su rebelde a plena luz del día, en la mitad del césped de Acea de Ama, donde todos lo pudieran ver. Fue prácticamente un monólogo del entrenador, quien también soltó una filípica al conjunto de futbolistas antes de comenzar el entrenamiento. «Quise hablar con todos los jugadores sobre el partido de Vigo, y nuestra forma de plantear los encuentros que quedan», manifestó el preparador del Deportivo. ¿Y a Tristán? «Creo que la charla con Diego sí ha sido constructiva, también es bueno escuchar alguna versión. He tirado una semilla y el tiempo dirá si ha caído en terreno fértil o en terreno pedregoso», sentenció el vasco plagiando el Evangelio según San Lucas. Después de escuchar los razonamientos del míster, Tristán corrió en solitario durante unos minutos antes de abandonar el entrenamiento por acusar un golpe del encuentro de Balaídos, según explicó el propio entrenador. El sevillano abandonó las instalaciones de Acea de Ama sin atender a los periodistas y, por tanto, sin ofrecer su versión de lo ocurrido el sábado. Mauro Silva Cuando las aguas bajan revueltas por Riazor, Mauro Silva sale del vestuario para ser la voz de la autocrítica. Ayer fue uno de esos días. «Hay que seguir en la Liga, aunque las cosas están muy difíciles, lo importante es mantener la segunda plaza que nos da un lugar seguro para jugar la Liga de Campeones», manifestó el hispanobrasileño. «No se pueden bajar los brazos nunca. Ante el Celta lo hicimos».