El piloto español gana en el circuito de Malasia y es líder del Mundial tras un gran duelo con Sergio Pérez
25 mar 2012 . Actualizado a las 20:06 h.Malasia no ha defraudado. La fórmula 1 se despide hasta dentro de 15 días y el circuito de Sepang ha ofrecido todos los ingredientes para una película de éxito en taquilla: lluvia en diferentes medidas, buenas y malas decisiones y grandes sorpresas en algunas escuderías. Como gran final, el himno de España en homenaje al vencedor en el circuito de Malasia, Fernando Alonso, que además se coloca líder del Mundial.
Todo apuntaba a que Red Bull y McLaren serían de nuevo los protagonistas sobre la pista, pero desde el inicio Alonso y Sergio Pérez decidieron que no querían ser actores secundarios en esta gran película que hoy rodaba su segundo capítulo.
No hubo baile de posiciones en la salida de Sepang. Los pilotos que ocupaban los primeros puestos lograron mantenerlos con el paso de las vueltas, y solo Alonso, que había salido octavo, logró adelantar tres posiciones y meterse en la quinta plaza para tratar de pelar con los monoplazas de los favoritos.
La lluvia caía con diferente intensidad en según en qué tramos del circuito y los ingenieros de los equipos comenzaron a valorar seriamente la opción de cambiar a los neumáticos de lluvia extrema. Poco a poco todos los coches fueron entrando en el pit-lane y se produjo algún cambio en las posiciones.
Los McLaren rodaban primeros, dominando la carrera y Sergio Pérez se había colocado cuarto. Una meritoria posición que fue la recompensa a la decisión arriesgada de Sauber de cambiar antes que nadie a neumáticos de lluvia extrema. Fernando marchaba quinto, por detrás de Webber y delante de Button, cuando en la vuelta siete salió a pista el coche de seguridad. En solo dos vueltas, la cantidad de agua que cayó sobre el circuito de Kuala Lumpur obligó a la dirección de carrera a tomar la decisión de parar los monoplazas durante más de cuarenta minutos.
Con el relanzamiento del Gran Premio de Malasia hubo desbandada general a boxes para colocar neumáticos intermedios. En la parada, Fernando le gana la posición a los dos McLaren y sale a pista solo por detrás de del piloto mexicano de Lotus, Sergio Pérez, del que se deshace con relativa facilidad. Casi sin esperarlo y sin tener tiempo para asimilarlo, Fernando vuelve a liderar mucho tiempo después un Gran Premio de Fórmula 1. La pista estaba mojada y la habilidad del piloto español en estas condiciones hizo que se distanciara cada vez más de McLaren y Red Bull.
Mientras en la pista hubo humedad, el guión fue el mismo y no hubo tiempo para la improvisación. Alonso primero, Checo segundo y Hamliton tercero. El Ferrari cogió ritmo y tensión de carrera y se fue alejando de sus perseguidores a base de sumar una vuelta rápida tras otra. Los problemas para el español llegaron con la pista casi seca. Sergio Perez -que ya había apuntado maneras en Australia- se tenía muy aprendido el papel y decidió salir a escena para demostrar que no es un actor de relleno. Vuelta a vuelta, con un ritmo imparable, se fue acercando al español, hasta tenerlo tan pegado que parecía la sombra de su Ferrari 2012. Nadie podía seguir ese ritmo, y la carrera estaba destinada a ser cosa de dos.
Pero a falta de seis vueltas, los nervios, la excitación o la humanidad de Checo le jugaron una mala pasada. Una salida de pista del piloto mexicano permitió a Fernando ganar los metros necesarios para proclamarse vencedor. Aún así, el de Sauber nunca abandonó el escenario y continuó presionando al español hasta que cruzó la línea de meta y se bajó el telón.
Papel destacado, aunque menos importante, fue el del equipo español HRT que consiguió terminar las 56 vueltas del circuito diseñado por Hermann Tilke, con sus dos pilotos, Pedro De la Rosa y Narain Karthikeyan.
Todo apunta a que el siguiente capítulo de la Fórmula 1 seguirá sorprendiendo al público todavía más. Con el Gran Premio de China llegarán también las primeras mejoras importantes en los equipos, y la distancia entre ellos será cada vez más reducida. Pero habrá que esperar hasta el 15 de abril para saber si Ferrari podrá seguir la estela de Red Bull y McLaren o lo de Malasia ha sido solo un espejismo.