Lolo Penas consiguió el mayor éxito de su ya dilatada carrera deportiva. Fue en Lisboa, en el Campeonato Ibérico de 10.000 metros, en donde se disputaba también el nacional de la especialidad y en donde estaba Jesús España como principal favorito. Pero el coruñés tuvo un excelente último kilómetro que le llevó a dar caza al favorito y a superarle con un cambio de ritmo infernal a falta de 450 metros. Lolo marcó un tiempo de 28 minutos y 17 segundos, marca que le sirve como mínima para el Campeonato de Europa de Helsinki del próximo mes de junio, que a su vez podría abrirle las puertas de los Juegos de Londres.
Lolo llega en un buen momento en lo físico, pero malo en lo anímico. Un problema personal le llevó a retirarse en Gijón hace un par de semanas y Lisboa, con el nivel que había, no parecía el mejor escenario para volver al primer plano. Pero Lolo fue de lo más inteligente. Cuando las liebres se aceleraron y rompieron la carrera, él siguió a lo suyo. Supo esperar su momento, nunca se puso nervioso y a falta de dos kilómetros contacto con Jesús España. Con el madrileño fue de la mano hasta que, a falta de 450 metros, dio un paso al frente. «Dije, o me voy o reviento». Y se fue. Pegó un cambio de ritmo brutal que España no pudo seguir. Tampoco un keniano que en el Campeonato Ibérico, que también ganó Lolo, terminó segundo.
Al final entró con nueve segundos de adelanto con respecto a Jesús España, que se colgó al plata, mientras David Solís era bronce con un tiempo de 28 minutos 48 segundos.
El protagonista, feliz
«La verdad es que todo salió de maravilla. Tácticamente fue perfecto, porque supe esperar mi momento. Es la primera vez que consigo un campeonato de España absoluto», comentaba el atleta gallego.
La marca conseguida le abre además un futuro de lo más ocupado y apetitoso. Helsinki, con ese Europeo de bolsillo de finales de junio, se presenta como un escaparate y una oportunidad, pero antes estará en la Copa de Europa de la especialidad en Bilbao con algo que decir.
«No estaba muy animado por cuestiones personales, pero esta marca y el triunfo me dan mucha vida. Sé que es difícil llegar a Londres, pero no lo descarto, voy a entrenar e intentarlo con todas mis fuerzas», comentó.
El título es el refrendo, además, de que la lesión por fractura de estrés que lo tuvo casi una temporada parado es historia. Su próximo reto será ayudar a Pedro Nimo a volar en el maratón de París.