El técnico fue subiendo de tono su arenga a los jugadores antes de terminar gritando. Asegura que es un toque de atención
27 abr 2012 . Actualizado a las 15:34 h.El Celta completó el entrenamiento de esta mañana con Paco Herrera gritando más que nunca. Jamás en las dos temporadas que lleva en Vigo había terminado una charla haciendo retumbar los cimientos de A Madroa. Con posterioridad aclaró que era para motivar al equipo y convencerles que de que pueden sacar adelante las ocho finales y media que le quedan, comenzando mañana por la visita del Barcelona B.
Quique de Lucas, que el jueves descansó por gripe, ya entrenó con el resto de sus compañeros y entró en una convocatoria en la que también aparece el canterano Jota. Herrera escondió el once, pero confirmó que Sergio será el portero titular.