Se vuelve complicado valorar quién es mejor, quién lo ha sido o quién llega mejor a esta final, pero lo que sí me atrevería a decir es que son los lideres sus respectivas selecciones y serán claves en la final. Abanderan dos estilos diferentes: por encima de todo destacaría a Casillas gracias a su capacidad para decidir los partidos con esas paradas antológicas propiciadas, por sus enormes reflejos y también su estado anímico. Tiene una enorme confianza en sus posibilidades, sea cual sea la circunstancia que le rodea. En Buffon llama la atención su regularidad, pues domina el juego aéreo y técnicamente y físicamente es un portento. Controla todo a la perfección y transmite mucho a su equipo por su carácter.
Iker se ha convertido en estos últimos tiempos y por méritos propios en una base firme y fiable donde se sustenta España. Ha intervenido en los recientes éxitos de manera brillante. Diría que en estos partidos él es el más decisivo, pero Buffon lleva años sujetando a la selección italiana, con mayor o menor fortuna desde el punto de vista colectivo, pues ha vivido grandes éxitos y también fracasos importantes.
Son muy distintos, pero para todos los porteros, se convierten en un espejo al que miramos. Disfrutaremos de un duelo apasionante. Que gane el mejor y ese que sea España.