Con la llegada de Cabral, el Celta tiene cubierta con nueve efectivos su línea defensiva: cinco centrales y cuatro laterales.
El cambio más notorio se da en el centro de la zaga, en donde la temporada pasada Paco Herrera había admitido quedarse únicamente con tres: Vila, Túñez y Catalá, a los que se agregó más tarde Oier Sanjurjo que llegaba como lateral diestro.
El navarro es el único que falta, pero su despedida tras finalizar la cesión se ha saldado con la contratación de Samuel Llorca y Gustavo Cabral, los dos diestros y llamados a priori a luchar por el puesto con Jonathan Vila, a quien el club parece tener intención de dejar en la plantilla.
No obstante en el caso del central argentino, ya ha actuado en la izquierda en el Levante, aún siendo diestro, algo que con Herrera puede tener difícil ya que su idea es jugar siempre con un derecho y un siniestro.
En los laterales, salvo salidas, el panorama también parece despejado. El entrenador ha dicho que cuenta con Jonny, aunque tendrá ficha del filial, como suplente de Hugo Mallo para el flanco derecho y en la izquierda continúa Roberto Lago y Bellvís.
Pese a que solo ha jugado 16 partidos con el Levante el curso pasado, de los nueve zagueros será el argentino el más experimentado de todos ellos. Vila y Catalá debutaron en Primera con Celta y Espanyol, pero lo hicieron de un modo simbólico.
Con la portería cerrada, con la defensa completa y con una apuesta por la continuidad en el centro del campo, todo indica que el Celta solo incorporará jugadores de ataque a partir de ahora. Es la línea que tiene menos definida.