
El abanderado de España tras la renuncia de Rafa Nadal lideró un grupo de 150 deportistas
28 jul 2012 . Actualizado a las 17:35 h.El traje llegó a tiempo y el baloncestista Pau Gasol pudo hoy abanderar al equipo español vestido con el polémico uniforme oficial en la inauguración de los Juegos de Londres en el estadio olímpico.
«Vamos que lo acabamos», tuiteó el subcampeón olímpico poco antes del inicio de la fiesta de apertura sobre la foto de los arreglos de última hora que tuvieron que hacerse para que los 2,13 metros de altura del jugador de Los Angeles Lakers cupieran en el traje.
El pivot encabezó un grupo de unos 150 deportistas (España enviará 282 a los Juegos), que entró en el estadio en el puesto 172 del desfile ante la indiferencia del público británico, algo cansado ya de tanto país y ansioso por que apareciera, en último lugar, la delegación local.
Eso no importó a los españoles, que disfrutaron del momento inmortalizándolo con sus teléfono móviles y dieron la vuelta al estadio al son del tema «Where the streets have no name» de U2.
Junto al atleta jamaicano Usain Bolt y los tenistas Maria Sharapova y Novak Djokovic, Gasol fue el abanderado más prominente de los 204 países que desfilaron durante la vibrante ceremonia de inauguración ideada por el cineasta Danny Boyle, que terminó con siete jóvenes atletas británicos encendiendo el pebetero.
Gasol no era en principio el elegido para llevar la bandera española, pero la renuncia de su amigo Rafael Nadal por lesión le dio la oportunidad.
«Disfruta de tu día! Un orgullo que nos representes a todos», le escribió el tenista al jugador de baloncesto a través de Twitter. «Te tendré presente en todo momento amigo mío! Un fuerte abrazo!», le contestó Gasol.
El desfile es un momento para la relajación y las bromas justo antes de la competición, algo que sabe bien el veterano waterpolista Iván Pérez, que lució una excéntrica peluca fucsia durante el desfile.
Quizá quiso llamar la atención sobre la cabeza para que pasara inadvertido el uniforme diseñado por la marca rusa Bosco, que generó una encendida polémica en España antes de los Juegos y fue criticado abiertamente por muchos atletas.
La flamenca combinación de camisa amarilla y falda roja que lucieron las mujeres había sido ya revelada por las gimnastas Alejandra Quereda y Lourdes Mohedano en esa indiscreta ventaja que es la red social Twitter.
El aspecto de los hombres era aún un misterio, pero la chaqueta roja y pantalón azul que lucieron, tocados por un sombrero blanco, resultó mucho menos llamativo que los arabescos que decoran la ropa deportiva.
Sea como fuere, la reina Sofía y el embajador español en Londres, Federico Trillo, saludaron entusiasmados desde el palco de honor el paso de sus compatriotas, que a partir de mañana, como el resto de los 10.500 atletas olímpicos, tendrán que ponerse serios. Empieza la competición.