A media mañana partirá la expedición del Obradoiro rumbo a Fuenlabrada, donde mañana le espera el conjunto de Porfirio Fisac en la segunda jornada de la Liga Endesa. Después de arrancar con una trabajada y sufrida victoria frente al Manresa, el objetivo es estrenar el casillero de triunfos a domicilio ante un rival que viene de perder por 28 puntos en Valencia.
Esa derrota despierta un doble recelo en Moncho Fernández. Por una parte, observa que el conjunto valenciano tuvo un nivel de acierto muy elevado en ataque y que tardó muy poco en coger una amplia ventaja. Por otro lado, está convencido de que tan severo castigo se convertirá en un acicate para el Fuenlabrada, ansioso por resarcirse.
A ello se une que el equipo de Fisac, sobre todo ante su afición, intenta apostar por un baloncesto aguerrido, de ataques cortos y de muchas variantes defensivas para impedir que el rival se encuentre cómodo.
Autocrítica naranja
Colom, uno de los bases del equipo naranja, en declaraciones recogidas por la página web de su club, achacaba la derrota a que no consiguieron escribir el guion que más les convenía: «En Valencia no pudimos hacer el juego que nos gusta, ese baloncesto de transiciones rápidas en el que estamos trabajando».
Leo Mainoldi se pronuncia en la misma línea: «El nuestro es un baloncesto alegre, de correr, de no parar el balón, de aprovechar las opciones rápidas de tiro, de jugar en bloque».
El Obradoiro intentará hacer lo mismo que el Valencia: impedir que el Fuenlabrada se despliegue a toque de corneta. Moncho Fernández lo describe claramente: «Tienen un estilo de juego muy dinámico y muy directo que te obliga a defender muy bien la primera parte de la posesión. El aspecto defensivo va a pesar más en este partido que el ofensivo y el que marque su ritmo tendrá mucha ventaja. El estilo del Fuenlabrada es muy aguerrido en el aspecto defensivo. En ataque Porfi apuesta por un juego dinámico, rápido y directo al aro». A ello le suma el tiro exterior de Gladyr y Feldeine, así como la recuperación de Sené, que se lesionó la pasada campaña cuando estaba en su mejor momento. Y no se olvida del recién llegado Charles García, «un portento físico».
No pasa por alto que la base del equipo es la misma de la temporada anterior. Repiten ocho jugadores, además del entrenador, de modo que el libro de ruta está muy asentado.
El conjunto madrileño también ha tomado nota del partido realizado por el Obradoiro ante el Manresa. Desde Madrid destacan el juego en bloque y el buen nivel defensivo como las bases sobre las cuales edificó el triunfo el colectivo de Moncho Fernández. Y subrayan que esperan un choque muy duro.
Echando la vista hacia ese primer encuentro, el técnico santiagués lo que más destaca es «el oficio» que demostró el equipo para responder a la remontada catalana y «sacar el partido adelante». Pero, por encima de todo, lo que más valora es que el «juego colectivo» estuvo por encima de «las individualidades».