Tanteador cada 5 minutos: 3-2, 5-4, 8-7, 10-10, 13-13, 16-15 (descanso); 18-17, 21-19, 24-21, 25-23, 26-23, 31-26 (final).
Árbitros: Jesús Álvarez y Jesús García. Excluyeron a Serrano y Suárez por el Covadonga; y a Canario (2) y Marco por el BM Lalín.
Incidencias: Unos 250 espectadores en el pabellón Braulio García.
García, Adrián Rodríguez (3), Suárez (2), García (2), Nespral (3), Álvarez (9) y Magdaleno -siete inicial- Serrano (3), Ojea, Vallejo (2), López (4), Murias (1), De la Fuente (2)
Pablo, Pincho (4), Ramón (2), Gustavo (10), Canario (2), José (2), Marco (3) -siete inicial- Bruno (3), Adrián Fernández, Tate, Losón, Óscar, Cristian, Iago
El Embutidos Lalinense plantó cara al Covadonga. Los cinco goles finales de diferencia no muestran la igualdad que durante la mayor parte del encuentro reinó en el marcador del pabellón Braulio García. Los de Budi aguantaron en todo momento a los de Villaldea, un equipo fuerte pese a ascender este año, con veteranos y que llegaba además con la moral alta tras vencer al Zamora.
El equipo lalinense se mantuvo en el encuentro durante todo el partido, sin dejar respirar a los asturianos tranquilos en el marcador. Fue en los minutos finales, en los que los locales lograron, finalmente, doblegar al Embutidos y marcar diferencias. Aún así, los de Budi tuvieron oportunidades. A falta de cuatro minutos lograron recuperar algunos balones en defensa, que finalmente no consiguieron transformar.
El partido tuvo para los lalinenses dos hombres que adquirieron especial protagonismo, Gustavo, que consiguió ayer materializar diez goles, y el portero Pablo. El entrenador, Budi, destacó su trabajo -«foron os que tiveron o equipo con opcións durante todo o partido»- pero también quiso incidir en que la labor de estos dos hombres que ayer tuvieron mayor protagonismo fue posible también gracias al trabajo del resto de jugadores que contribuyeron, acordándose también de los que no participaron. Por otra parte, ayer también regresaba a la cancha por el BM Lalín, Bruno, que marcó tres goles.