
Los hermanos Filip y Jonas se enfrentan hoy en As Travesas
04 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El derbi de la ría ya es historia, y sin apenas margen para recuperarse, la Copa toca a la puerta del Octavio, que esta noche (As Travesas, 20.45 horas) recibe a uno de los peces gordos, el Atlético de Madrid.
Enfrentarse al equipo de Talant Dujshebaev es siempre un reto. Uno de esos partidos que gusta jugar a pesar de que, de antemano, las opciones de superar al rival pasen únicamente por la épica. Será un partido especial para todos, pero sobre todo para un hombre, Filip Kallman (Växjö, Suecia 26 enero de 1981). El lateral izquierdo del Octavio se verá las caras con su hermano mayor, Jonas, el hombre que le ha guiado por el camino del balonmano.
Jonas Kallman (Växjö, Suecia 17 de julio de 1981), extremo izquierdo internacional con Suecia y reciente medalla de plata en las Olimpiadas de Londres, ayudó a su hermano pequeño a descubrir el mundo del balonmano. En su Suecia natal el pequeño de los Kallman practicaba el deporte como afición, pero en un viaje a Ciudad Real para visitar a Jonas su mundo dio un giro de 180 grados. «Fui a ver a mi hermano a Ciudad Real y me dijeron que entrenara una semana con el club para ver qué tal. Lo hice y me propusieron quedarme un año». De repente, lo que para Filip era un entretenimiento, tomaba un nuevo rumbo.
Aprovechar la oportunidad
Hasta entonces dedicarse al balonmano no había entrado en sus planes. «No me lo esperaba para nada. Yo nunca imaginé dedicarme a esto. Si no fuera por mi hermano, no estaría aquí», asegura el lateral mientras reconoce su admiración por Jonas.
Más de una década de experiencia separa a los dos jugadores, pero Jonas no puede evitar hablar con orgullo de su hermano pequeño. «Filip es joven y viene con muchas ganas. Tiene mucho por delante. Debe aprender, pero si sigue luchando como está luchando y mejorando algunas cosas, puede ser un gran jugador para el futuro», asegura el internacional absoluto con Suecia. «Nos parecemos en la altura y en cómo nos movemos. Me gusta cómo defiende y juega, aunque tiene que mejorar en algunas pérdidas de balón. Lo que más me gusta es su lanzamiento, más poderoso que el mío. Siempre intento animarle, hablar con él, darle muchos consejos», detalla Jonas, que considera que el apellido no ha abierto ni cerrado ninguna puerta a su hermano.
Un partido especial
El de esta noche no será el primer cara a cara de los dos hermanos, puesto que ya se enfrentaron en Vistalegre y el curso pasado, con Filip en el Naturhouse. Sin embargo, ambos coinciden en calificar de muy especiales, e incluso extraños, estos partidos. «Es un poquito raro, es mi hermano pequeño y la sensación es rara», dice Jonas, mientras Filip sostiene que «siempre es un partido muy especial, aunque ya me estoy acostumbrando a enfrentarme con él. Nunca en mi vida creí que iba a jugar contra él en Asobal. Para mí es increíble».
Las palabras que uno y otro se profesan son de absoluto cariño. «De mi hermano lo he aprendido todo. Mil cosas. Cómo jugar. Y todavía me quedan mil cosas más para aprender», dice Filip. Sin embargo, ambos tienen muy claro que esta noche, durante 60 minutos, dejarán el parentesco a un lado. «Durante el partido cada uno está con su equipo y defenderá e intentará hacer goles para los suyos. Encima, yo juego en el centro a la derecha y él es el lateral izquierdo, con lo que nos enfrentamos un montón, pero lo conozco bastante bien», avanza Jonas. La experiencia es un grado, considera, así que «sé dónde tiene sus puntos débiles y voy a intentar frenarle a él y a sus compañeros. Para nosotros es un partido muy importante», asegura el jugador del Atlético de Madrid.
Un espejo en que mirarse
Jonas es el espejo en el que su hermano Filip se mira. «Yo no me veo como mi hermano, todavía soy un aprendiz. Estoy aquí para aprender muchas cosas y mejorar. Tengo mucho que aprender para estar a su nivel. Me gustaría y por eso estoy intentado trabajar lo mejor posible», reconoce. Por suerte «mi hermano siempre me ayuda, me da su opinión, me apoya y me resuelve cualquier duda», añade. Ambos vivirán con intensidad el duelo de esta noche, pero ambos tienen muy claro que durante 60 minutos será Kallman contra Kallman.
«Todavía tengo mucho que aprender para estar al nivel de mi hermano, por eso estoy trabajando »
Jugador del Octavio
«Filip es joven y viene con muchas ganas. Si sigue luchando como hasta ahora puede ser un gran jugador»
Jugador del Atlético de Madrid