El líder de Tercera mantiene un vínculo especial con la fragata «Almirante Juan de Borbón», uno de los barcos más modernos de la Armada española
05 dic 2012 . Actualizado a las 15:30 h.El Racing tiene una «hermana», la fragata Almirante Juan de Borbón (F-102), uno de los barcos de guerra más modernos de la Armada Española. En el acuerdo que sellaba el vínculo, firmado el día 21 de enero de 2004, el buque y su tripulación se comprometían a promocionar al club de ferrolano en sus desplazamientos. En todos los actos deportivos en los que participan, los tripulantes visten de verde y blanco como el Racing.
Con el paso de los años, esta excelente relación entre dos equipos humanos, muy dispares en su funcionalidad aunque con valores comunes, no ha desaparecido. Para la Armada el liderato del Racing no ha pasado desapercibido y de ahí que la pasada semana, el comandante del buque, el capitán de fragata Ignacio Céspedes, invitara a visitar el barco a los componentes de la actual plantilla racinguista.
«La visita ha sido impresionante -asegura Aira, el entrenador racinguista- y el trato que nos dispensaron fue inmejorable. Me parece una gran idea lo del hermanamiento, el Racing y la Armada son dos de las señas de identidad de Ferrol y es bueno que estén unidos».
El buque dispone del sistema de combate Aegis, el más moderno del mundo, fabricado por la multinacional Lockheed Martín, una industria aeroespacial con sede en Estados Unidos con grandes recursos en tecnología avanzada y de guerra global. «Nos hicieron un ejercicio de combate -explica Aira- y parecía una película de guerra, de esas de la tele. Fue un simulacro de ataque con misiles, algo imponente y uno puede intuir la tensión que se viviría allí en una situación de guerra real».
La expedición racinguista estuvo liderada por Isidro Silveira, que no quiso perderse el acto, y fue recibida por el comandante del barco y por el almirante del Arsenal, el vicealmirante Manuel Garat Caramé. Uno de los jugadores del equipo, el cántabro Jorge Rodríguez, se mostró impactado: «Me sorprendió mucho la visita, no me esperaba algo tan espectacular. Lo del ataque con misiles fue lo mejor, tenían una pantalla gigante en la que se veían todos los detalles, los barcos los misiles en el aire y había muchos ordenadores. Estuvo muy bien. Ojalá que se repita». Le marcaron las palabras de los militares cuando comentaron que el barco era de todos los españoles y por lo tanto también de ellos.
Construir en Navantia Ferrol la Juan de Borbón, supuso para España una inversión superior a los 600 millones de euros y supuso más de tres millones de horas de trabajo.