Una generación triunfadora

Marcos Pichel LUGO / LA VOZ

DEPORTES

De pie, de izquierda a derecha, José María, Ivo, Iván, Saúl y Jorge; sentados, José y Marcos.
De pie, de izquierda a derecha, José María, Ivo, Iván, Saúl y Jorge; sentados, José y Marcos. Óscar Cela< / span>

Un grupo de jóvenes que enlaza el éxito del Franciscanos al ADAS O Barco

10 dic 2012 . Actualizado a las 06:10 h.

¿Quién dijo que el atletismo no tiene futuro? ¿Que las jóvenes generaciones no se enganchan? Es cierto que a los entrenadores les cuesta encontrar a niños que se apunten a entrenarse bajo el frío, la lluvia o sobre el barro. También, que quienes lo hacen, suelen engancharse sin remisión. Así lo afirman los integrantes de un grupo de promesas lucenses, atrapados por el rey de los deportes desde sus inicios en el Franciscanos, y ahora alistados en el ADAS de O Barco. Una generación de éxito, que integran José María Díaz Díaz, Iván Manso-Pedrosa García, José González Portero, Marcos Cintrón Bellver, Ivo Maseda Dorado, Saúl Jáuregui Pérez, Jorge Maciñeiras Pérez y Miguel Escarda Fernández. Moldeados por su entrenador de siempre, José Peña.

Tienen entre 14 y 16 años, nacidos entre 1996 y 1997. Fondistas, marchadores, lanzadores, vallistas... Un poco de todo. Atletas, al fin y al cabo. Amigos, después de sufrir juntos en los entrenamientos desde sus inicios, en alevines. Compañeros en batallas por equipos, y animadores en los éxitos individuales. Que de ambos coleccionan.

Primeros pasos

«Un amigo me llevó a una carrera, y así empecé», cuenta Ivo Maseda, campeón de Galicia de cros en alevines, sobre su comienzo. Más o menos habladores, sacan uno a uno su historia. «Probé un día, me gustó, y desde entonces, sigo con Peña», explica Iván, que tiene el récord provincial del 1.500 obstáculos cadete. En el caso de Jorge, el discóbolo del grupo, el inductor fue su padre. «También hice kárate, y en fútbol, era un negado», justifica. El caso de Saúl fue más pragmático: «Estaba en cuarto, en el colegio, y en un campeonato nos metieron en el equipo». De una forma similar empezó Chema: «Hacía baloncesto, también triatlón... Pero el atletismo es el deporte más gratificante de todos», afirma. Para Marcos, el atletismo pudo con el balompié, y ahora es marchador, «me convencieron más», bromea. Y a José, preseleccionado para el Mundial juvenil, los resultados individuales no le resan interés por el equipo: «Siempre está bien compartir los éxitos».

En campeonatos individuales disfrutan, pero aún más por clubes. «Se multiplica», dicen. La puntuación de todos ayuda a crecer a los demás, y si antes, ya decían «ahí vienen los del Franciscanos, que no se rinden», lo han conseguido también con el ADAS. «Nos respetan», confirman. Y los recuerdos brotan al recordar pruebas en Gijón, en Almendralejo...

Pero ninguno de ellos olvida de donde viene, cual es su raíz atlética: la cantera del Franciscanos. El impulso de Peña. «Si estamos corriendo en un cros, es al que más se le oye, desde cualquier lado, siempre está ahí», dicen. Y es el propio entrenador el que resalta las cualidades de sus pupilos: «Me quedo con que amen los valores del deporte. Y estoy muy orgulloso del buen ambiente que han conseguido al trabajar».

Unos entrenamientos de dos horas, casi todos los días de la semana, para llegar a su próxima meta conjunta, el Campeonato de España juvenil, en febrero.

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