El convenio que propone NCG podría crear un daño irreparable al Deportivo
DEPORTES
La única ventaja de la quita del 32 % es para Lendoiro, que evitaría la pieza de calificación
29 jul 2013 . Actualizado a las 06:00 h.En solo una semana, NCG ha dado un giro inesperado en la negociación del convenio del Deportivo y ha confeccionado una propuesta que podría crear un daño irreparable a la centenaria entidad. El afán del banco por evitar que se abra la pieza de calificación y, de esta forma, se depuren responsabilidades solo tiene un beneficiado y ese es Lendoiro.
La quita del 0% para la deuda con privilegio especial y general y del 32 % para la ordinaria solo supone unos diez millones de euros de rebaja total de deuda, lo que deja al Deportivo cada temporada con la amenaza de la liquidación, pues el desembolso que tiene que hacer, tanto en Primera como en Segunda, es enorme.
Según los cálculos, el presupuesto destinado cada temporada en Segunda División para reducir la deuda sería de 3,3 millones de euros, mientras que en Primera ascendería a 11,5 millones. Sin duda, un enorme lastre que dejaría al Deportivo al borde del incumplimiento cada ejercicio.
Moralmente, también sería un duro golpe para el deportivismo, que vería cómo el club se hunde y camina en el alambre que lo separa de la liquidación, pero no podría conocer las causas reales ni ver cómo, en caso de irregularidades contables, el responsable de la ruina pagaba por ello.
Sin embargo, la quita del 32% que Novagalicia Banco pretende imponer a Hacienda no eximirá a Lendoiro del reproche público. Desde que La Voz de Galicia dio a conocer el pasado viernes los términos del convenio que manejaba NCG y que estaba tratando con el resto de grandes acreedores y los administradores concursales, el presidente del Deportivo y el banco comenzaron a estar en el punto de mira por el guiño de NCG hacia Lendoiro.
Esta sospechosa quita deja bien a las claras que el único objetivo de este porcentaje es evitar la apertura de la pieza de calificación y eximir a Lendoiro de cualquier posible sanción como consecuencia de ello. El problema sigue siendo el Deportivo, al que le esperan diez años muy duros, con unas condiciones bastante duras y la obligatoriedad de tener que modificar los estatutos.
Ampliación de capital
Para empezar, el acuerdo incluye una ampliación de capital social de 27 millones de euros. El deportivismo se pregunta quién o quiénes pueden suscribir esa ampliación, incluso si será el propio banco el que capitalice la deuda en acciones, de modo que pasaría a controlar el Deportivo.
De ser cierta esta posibilidad, que estuvo en algún momento sobre la mesa de negociación, surge la duda: ¿Está preparado NCG para, después del escándalo de las preferentes, asumir ser el máximo accionista de un club de fútbol? ¿La maniobra de evitar la pieza de calificación supone que el banco confía en Lendoiro para tripular el Deportivo en concurso o que le tiende un puente de plata para que el dirigente blanquiazul abandone la entidad marcado para la opinión pública, pero sin ser inhabilitado por el juez?
En cualquier caso, el Deportivo se prepara para vivir diez de los años más duros de la historia en los que apenas contará con recursos para confeccionar un plantel competitivo y deberá aferrarse al clavo de la cantera como única salida de una crisis institucional a la que lo han condenado Lendoiro y NCG.