Una tesis revela un perfil «preocupante» en este tipo de deportistas en Galicia
05 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.«No debemos ser alarmistas, pero es necesario tomar precauciones, porque el riesgo existe», advierte Marcos Seijo, autor de una tesis doctoral realizada en la Universidade da Coruña que desnuda al corredor popular en Galicia. El autor del trabajo, cuyo título es el Perfil de riesgo cardiovascular en los corredores populares de Galicia, no es un desconocido en el mundo del atletismo en la comunidad. Deportista con notables marcas, entre otras distancias, en los 10.000 metros, fue también director técnico de la Federación Gallega. Por eso, sabe de lo que habla. «El auge que está viviendo el running en todo el mundo es, sin duda, positivo», comenta Seijo, quien agrega: «Practicar un deporte aeróbico como la carrera provoca adaptaciones cardiovasculares que mejoran la salud, pero en determinadas circunstancias y en ciertas personas, esta práctica puede acarrear complicaciones».
Para la elaboración de su tesis, Seijo desarrolló una aplicación telemática que los interesados en participar en una prueba popular debían rellenar a través de Internet. La ficha surgía de forma instantánea cuando trataban de formalizar la inscripción en esa competición y funcionaba a modo de cuestionario que le solicitaba al atleta información «sobre sus hábitos sociales y deportivos», pero, una vez cubierto, ya reportaba «datos sobre su situación de riesgo cardiovascular y las medidas que debía adoptar para garantizar su salud».
«Participaron algo más de dos mil corredores, pero finalmente nos quedamos con 1.655 encuestas que identificamos como buenas. El resto las descartamos ya que, o bien, contenían errores, o bien, estaban incompletas», destaca el autor del estudio. Los resultados que se desprenden de este trabajo son sorprendentes. El 68,4 % de los atletas populares corre con riesgo cardiovascular. En el 37,9 es alto. Presentan síntomas como «palpitaciones y latidos irregulares en reposo». Mientras que en el 30,5% es moderado, puesto que tienen «antecedentes familiares de problemas relacionados con el corazón y desconocen sus niveles de colesterol y triglicéridos».
Incluso con obesidad
Entre los registros más llamativos que se encuentran en el estudio figura el hecho de que un 36,3 % de los hombres que participan en este tipo de pruebas, lo hace «con sobrepeso u obesidad». El porcentaje es sensiblemente inferior en el caso de las mujeres, que se queda en el 9,1 %. «En el caso de la obesidad ya no solo encontramos que pueda haber problemas cardiovasculares, sino que incluso se incrementa notablemente el riesgo de lesiones en las articulaciones», destaca Marcos Seijo.
«Cuando sucede un caso de muerte súbita en el deporte, que son los más llamativos, nos echamos las manos a la cabeza, quedamos terriblemente conmocionados. Pero en nuestro día a día, todavía no tomamos todas las precauciones posibles para que no vuelva a ocurrir», concluye.