El entrenador gallego de tan solo 28 años Rubén de la Barrera lidera con el Guijuelo salmantino el grupo primero de la Segunda División B
19 nov 2013 . Actualizado a las 17:18 h.Si existe un Rubén de la Barrera (A Coruña, 1985) anterior al banquillo, pocos han sido testigos de ello. «Desde juvenil ya me sentía atraído por la posibilidad de orientar mi vida en el fútbol hacia la actividad de entrenador», explica el técnico del Guijuelo, actual líder del grupo primero de Segunda División B (seis victorias, otros tantos empates, una sola derrota).
Récord de precocidad a nivel nacional, De la Barrera marca el paso en la provincia de Salamanca como antes hizo en la de Zamora con un Villaralbo (Tercera División) al que metió en la fase de ascenso, mantuvo 38 partidos invicto y colocó en la final de la Copa de Castilla y León tras tumbar al propio Guijuelo, Zamora, Valladolid y Salamanca. Solo el mejor Mirandés que se recuerda pudo con el equipo del gallego. Y fue con un gol en el minuto 94 del último partido.
Rubén de la Barrera continúa en la misma dinámica en la categoría inmediatamente superior. El Guijuelo lidera el grupo con los mimbres previstos para la permanencia. Reticente al tópico, el coruñés espeta: «El ascenso es un objetivo impensable a día de hoy. Pero cuando logremos salvarnos, ya veremos a lo que aspiramos».
No es la ambición la que marca la carrera de un entrenador todavía en edad de futbolista, sino el liderazgo. Siempre sostuvo que la autoridad de un técnico mana del conocimiento, no de la edad. Pero sabe de los obstáculos que ha de salvar para alcanzar la élite. «Es innegable que mi objetivo es entrenar en Primera División, pero no me inquieta en estos momentos. Es complicado incluso que un equipo de Segunda apueste por un técnico de veintiocho años de edad», reconoce el preparador herculino.
Después de hacer del Guijuelo un referente en la provincia («Hemos recogido el testigo del Salamanca, el pueblo está encantado», dice), echa la vista atrás. Galicia es el origen. Lamenta la escasa presencia gallega en los banquillos nacionales y desea una pronta recuperación.
Cantera
Galicia. Conceptos. Evolución. Fútbol. Rubén de la Barrera recupera ideas, reconstruye su pasado. En sus dos temporadas en el Ural con el benjamín B y en las siguientes con el juvenil del Atlético Arteixo (campeón de Liga y Copa con jugadores solo tres años más jóvenes que él) avanza «desde la interacción con los padres, el fútbol como aprendizaje y diversión, hacia la competición». El Montañeros fue la escala hacia el Villaralbo, penúltima parada y primera responsabilidad sénior nacional.
Mourinho, Lillo, Caneda
Fue antes de su viaje a Zamora cuando realizó otros de los que obtuvo provecho para su carrera. A Portugal, donde el Oporto de Mourinho era protagonista («era próximo a la metodología de la corriente portuguesa y cómo entiende el juego: el futbolista es lo importante; el entrenador debe adaptarse, pero ha de liderar»), a Almería («con Lillo y Raúl Caneda, que proponen la estimulación a través del juego») y a El Ejido («Óscar Cano y Luis Bonilla, gente que me marcó»).
Tal variedad no descentra a De la Barrera: «¿Morir con mi idea? Yo lo que no quiero es morir. No hay que imponer nada, sino desarrollar las capacidades colectivas de los jugadores. Esto va de obtener resultados, no es solo una cuestión estética. Para ello hay varios caminos: dominar la posesión del balón, o dominar los espacios sin el balón».