La ala-pívot alicantina del Portomar Cortegada fue la mejor jugadora de la novena jornada de la Liga con un único punto de valoración más que la veterana base catalana
14 ene 2014 . Actualizado a las 06:58 h.El equipo. Esa es la única preocupación confesa de Laura Aliaga y Montse Gilabert. La macroeconomía colectiva por encima de la microestadística de cada una de las unidades que hacen posible la razonable buena marcha de un Portomar Cortegada devuelto a sus modestos orígenes de club de base. Es por ello que ni Aliaga ni Gilabert sabían al ser preguntadas por la cuestión lo que ya conocía cualquiera que echase ayer un vistazo a la página web de la Federación Española de Baloncesto. Que la joven ala-pívot alicantina había sido la jugadora más valiosa de la novena jornada de la Liga Femenina 2, y su veterana compañera la segunda con un único punto de valoración de diferencia: 36 frente a 35. Entre ambas, más de lo que fueron capaces de sumar sus once rivales del Arxil (65 de valoración) el pasado sábado en el parquet de Fontecarmoa, con triunfo vilagarciano por 85-78.
La afición del Portomar se dio en la última jornada liguera el gusto de destapar una lata del mejor marisco, en una mezcla perfecta de sabores con el toque de clasicismo de una jugadora en la madurez de su carrera -Gilabert (17/05/1980)- y la frescura de una de esas nuevas propuestas con intención de conquistar los paladares más exquisitos del mundillo -Aliaga (4/11/1994)-.
Un punto de inflexión para Laura
En un equipo con cinco jugadoras con más de 10 puntos de valoración, Aliaga logró al fin ante el Arxil mostrar el porqué de su apuesta este verano por parte del Portomar tras romperse una tibia a finales del 2011 y pasarse casi dos años sin competir. El pasado sábado firmó 22 puntos y 17 capturas -tercera anotadora y reboteadora de la jornada- , además de 3 asistencias, otros tantos tapones y provocar 3 faltas. Todo ello, en 38 minutos en pista.
Gilabert por su parte se marcó 19 puntos, 6 rebotes, 11 asistencias -reafirmando su papel de mejor pasadora de la Liga con 5,89 de promedio- y 6 faltas provocadas en 37 minutos.
«A ver si sigo así». Laura Aliaga era ayer una mujer «súper contenta». Pero no tanto por su condición de mvp, sino por el trasfondo de la misma. «Hasta este partido no había hecho buenos números», como bien reflejan los 55 de valoración total que acumula ahora desde el inicio de la temporada. «Empecé la pretemporada bien, haciendo buenos números. Pero yo misma me presioné. Estuve bastante tiempo lesionada, y al volver a jugar se me juntaron las ganas y la ansiedad por hacerlo bien y ayudar al equipo. Las vacaciones me sentaron muy bien. Creo que este partido va a servirme de punto de inflexión».
A ello le ayudará sin duda Montse Gilabert. «Juego muy a gusto con ella», dice Laura, «es una jugadora súper completa. Como base me encanta. Buena visión de juego. Ataca genial, y defiende como la que más». Una referencia inmejorable.
En este papel es donde más cómoda y útil se siente Montse, comenta ella misma. Sus números, sostiene, son lo de menos. Aún habiéndose encontrado lo más cerca de ser mvp semanal en sus 16 años en la élite del baloncesto femenino español. «No contaba con que fuera a valorar tanto. No me parece que hubiese hecho un partido espectacular. Pero yo estoy más contenta por haber ayudado a la victoria del equipo, y a que Laura hiciese esos números».
"Hago de madre con todas"
«Ojalá vengan más partidos como el del Arxil. Ganando el equipo, lo más importante, y que pueda ayudar a mis compañeras». Montse es la única veterana en un equipo Sub 23, y asume que este año «me toca jugar más minutos y recibir más balones. El año pasado estaban Ylenia y Amy y había más entre las que repartir la responsabilidad. Ahora me toca a mí el protagonismo. Estoy cómoda con ello, pero no es lo que busco».
Lo que persigue Gilabert es «ayudar a que el equipo crezca poco a poco. Jugadoras como Salomé, Mame, Laura... Laura es una buena jugadora, polivalente y con muchos recursos, pero viene de una lesión larga y necesita ganar confianza. Y aquí la va a conseguir». Para eso está Montse. «Hago de madre con todas. Pero estoy más pendiente de las que están fuera de casa». En ello, y no en lograr un mvp semanal, pone su empeño y su ilusión.