Mundial de Brasil 2014: Derroche de implicación de Messi

Xosé Ramón Castro
X. R. Castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Messi solo había marcado un gol con Argentina en un Mundial, y había sido siete años atrás, en Alemania.
Messi solo había marcado un gol con Argentina en un Mundial, y había sido siete años atrás, en Alemania. YASUYOSHI CHIBA < / span>AFP PHOTO< / span>

Leo dobla sus números en el debut con Argentina con respecto al final de Liga

17 jun 2014 . Actualizado a las 18:29 h.

Los tiempos cambian y ahora Messi se siente más cómodo con Argentina. Derrochando implicación con la albiceleste y apareciendo mucho más que con el Barcelona en la recta final del campeonato, cuando el Camp Nou le echó de menos para rescatar un título que se le puso a tiro hasta en un par de ocasiones y que desperdiciaron en otras tantas. Quizás porque ahora con la albiceleste tiene todos los galones que en su día le dio Guardiola. Hasta el punto de pedir en público la consolidación del 4-3-3 como sistema táctico. En el que más brilla.

Los números en el fútbol no son dogma de fe, pero no engañan. Enseñan el camino. Y tomando como referencia los dos últimos encuentros con el Barça (Elche y Atlético de Madrid) frente a la contienda ante Bosnia, la diferencia es obvia. El domingo disparó a puerta en cuatro ocasiones, una más que las realizadas sumando los dos partidos de Liga (una en la despedida y dos en el Martínez Valero). También dobló su estadística en la línea de fondo (2 contra 1). Y recuperó tres balones, un registro en barbecho en los 180 últimos minutos del torneo doméstico. En las pérdidas, se mantuvo en la media, aunque frente a los balcánicos casi todas ellas fueron en el primer acto. Antes de que recomendase el cambio de sistema.

Aunque la principal diferencia es el gol. No solo por su fantástica ejecución, sino por los precedentes. Cuando Leo regresó de Argentina tras la lesión volvió enchufado y voraz de cara la portería rival en la Liga, pero a la hora de la verdad, se pasó los 248 postreros minutos del torneo en blanco. Su último tanto fue al Getafe en el minuto 22 del antepenúltimo encuentro.

Con Argentina tardó poco más de una hora en marcar en Brasil. Quizás el síntoma de que al lado de Sabella se siente más cómodo que nunca, porque si alguna sequía arrastraba Messi de cara al arco contrario era vestido de celeste y blanco. De hecho el de Maracaná fue su segundo gol en un Mundial. El anterior databa del año 2006 en Alemania, cuando el 10 había hecho uno de los seis tantos a Serbia y Montenegro. Desde entonces han pasado 7 años, 11 meses y 8 días. Tiempo suficiente para dar un vuelco radical a su rol y a su espíritu en Barcelona y en Buenos Aires.