Motivos para creer en los diablos

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

La joven y prometedora selección belga arranca el torneo frente a Argelia

17 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Argelia pondrá hoy a prueba al gran aspirante a equipo revelación del torneo. Una selección belga que se clasificó con solvencia para el Mundial por delante de equipos de cierto nombre, como Croacia o Serbia. El juego de los diablos rojos ofrece muchos motivos para seguirlos de cerca.

Plan a largo plazo

Reforma desde la base

«El objetivo de nuestras canteras dejó de ser ganar partidos. Pasó a ser desarrollar futbolistas». En una interesantísima entrevista concedida a la BBC, Michel Sablon explica los motivos del reciente éxito de su selección. El ex director técnico de la federación belga empezó a desarrollar su plan en el 2006. Un proyecto que incluía directrices comunes para todos los equipos, como la de jugar siguiendo el mismo esquema (4-3-3). El talento fue emergiendo. En muchas ocasiones, en jóvenes hijos de inmigrantes-entre los 23 elegidos de Wilmots hay once con raíces fuera de Bélgica-. Enseguida llegaron los grandes clubes a reclutar futuras estrellas. Primero de Francia y Holanda, y después de la Premier, donde los diamantes del Anderlecht o el Standard Lieja han acabado de pulirse.

Balón parado

Las torres del torneo

En el presumible once de Bélgica, ocho jugadores superan el metro ochenta y cinco. El techo lo pone el portero (1,98 mide Courtois), pero Fellaini llega a 1,94 y Lukaku y Kompany alcanzan el metro noventa. Los 23 elegidos por Wilmots dan una media de estatura de 1,87, la mayor entre las selecciones mundialistas. Todo un reto para el rival en la estrategia. Pero que el tamaño no engañe: los belgas se mueven ligeros a las órdenes de un regista idolatrado hoy en su país tras ser satanizado hace un lustro.

Witsel

Talento rehabilitado

Muchos aficionados al fútbol conocen la imagen: la pierna del fornido Wasilewsky partida en dos mientras varios de sus compañeros del Anderlecht sollozan impresionados. El 30 de agosto del 2009 cambió la vida de Axel Witsel. El talentoso futbolista del Standard Lieja fracturó la tibia y el peroné del rival en una disputa por el balón con la planta del pie por delante. Fue sancionado, insultado e incluso amenazado de muerte y abandonó Bélgica para irse a jugar al Benfica. La huida fue trascendental, por cuanto en Portugal completó su reciclaje: extremo en sus primeros años, mediapunta después y hoy un virtuoso organizador por el que el Zenit pagó 40 millones de euros. La selección de Wilmots se mueve a su ritmo, con la seguridad que le aporta la escolta del omnipresente Fellaini. Viejo conocido de Witsel en la última época dorada del Standard, liquidada cuando aquel balón divido en Bruselas.

Hazard

El jugador distinto

Veloz, inteligente, habilidoso, buen definidor... El repertorio de virtudes de Eden Hazard lo convierten en estrella de su selección. El jugador más capacitado para saltarse el guion de Wimots y marcar diferencias. Su pero, el de muchos otros genios del fútbol: indolente hasta la desesperación sin la pelota en los pies. Mourinho se hartó en mayo y le acusó de no sacrificarse por el equipo. El belga prometió cambiar. En Brasil podrá cumplir.

Lukaku

Y después, nadie

El tendón de Aquiles de Christian Benteke se rompió en abril y dejó a Romelu Lukaku como único hombre gol de la selección belga -el joven Divock Origi acaba de debutar con los diablos rojos-. El imponente delantero está ante la ocasión de su vida para demostrar que es un futbolista de talla Mundial. El que prometía en el Anderlecht y empezó a insinuar este curso en el Everton (cedido por el Chelsea). De físico portentoso y una potencia incontestable, su producción al servicio de Bélgica ha sido bastante discreta. Hace un par de semanas anotó un esperanzador hat trick ante Luxemburgo.

Punto débil

La cintura de los falsos laterales

Además de la inexperiencia de los belgas en las grandes citas -no se clasificó para los dos últimos mundiales y solo pasaron de octavos en México 86, donde acabaron cuartos-, el punto débil de los de Wilmots está en los flancos. A falta de laterales de primer nivel, el míster ha optado por colocar en las bandas a dos centrales como Alderweireld y Vertonghen. Irrelevantes en ataque y con poca cintura a la hora de defender.