El Ourense tiene fecha de caducidad

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

El descenso a Tercera si no paga 160.000 euros el lunes puede forzar su liquidación

27 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Ourense está con el agua al cuello y no es novedad, porque son ya varios años de sufrimiento por sus apreturas económicas. Después de un proceso concursal que debía reducir a poco más de un millón de euros su deuda histórica, tras una importante quita, lo cierto es que ya se han superado otra vez los dos millones y su economía está de nuevo bloqueada por reiterados impagos, especialmente a la Agencia Tributaria y a la Seguridad Social.

Hacienda no ha renovado el pacto de fraccionamiento de pago que el club ha incumplido en diversas ocasiones y, por tanto, al no disponer del certificado de estar al corriente con las instituciones públicas, tampoco ha recibido las subvenciones correspondientes al presente curso, lo que agrava aún más la situación.

Sin completar los pagos a los futbolistas y al resto de los empleados, un total de 18 jugadores -todos los que tenían licencia de la primera plantilla- depositaron sus denuncias ante la AFE, por un importe que supera los 160.000 euros, tras las alegaciones. Si el Ourense no abona esa cantidad antes del próximo 30 de junio, descenderá automáticamente a Tercera. De esta forma se crearía otro obstáculo que recorta los plazos para evitar la liquidación de una sociedad anónima deportiva que entró en concurso de acreedores en 2007, sin que hubiera podido enderezar desde entonces un camino siempre supeditado a los problemas económicos.

Ni siquiera el retorno a la Segunda B hace dos años ha servido para aliviar el peso de una deuda que siguió creciendo cada temporada.

En ese panorama de caos, el consejo de administración hizo efectiva su dimisión el pasado 19 de junio, sin que nadie diera el paso para relevarlos. El público de O Couto había solicitado el adiós de los gestores que no encontraban soluciones efectivas, pero los plazos legales retrasaron la junta extraordinaria y los poseedores de los títulos del capital rojillo tampoco se han preocupado por la solución del entuerto, que está a un paso de cerrar las puertas del club. El expresidente Alejandro Estévez debe trasladar el acta de su dimisión al juzgado, lo que iniciará el tramite de la liquidación. Si nadie lo remedia, en cuestión de horas.