Remontada granate y a por otra final

Manu Otero PONTEVEDRA

DEPORTES

El Pontevedra consigue vencer al Manzanares en un partido de infarto y meterse en la última ronda de ascenso a Segunda B

15 jun 2015 . Actualizado a las 08:16 h.

El Pontevedra ha logrado el pase a la siguiente ronda eliminatoria del play-off de ascenso a Segunda B tras vencer (2-0) al Manzanares en Pasarón. En un partido de infarto en el que los de el Lérez fallaron un penalti nada más comenzar la segunda parte, los pontevedreses supieron remar en contra y adelantarse en el marcador tras un exquisito pase de Carnero a Jorge Rodríguez que no falló en el mano a mano a los poco minutos de la segunda parte. El tanto les daba el empate que al menos aseguraría la prórroga en un encuentro más que igualado, pero en el que granates fueron ganando protagonismo con el paso de los minutos en el que el deseo de volver a la categoría de bronce podía con cualquier rival. El Pontevedra consigue así meterse en el tercer y decisivo bombo de emparejamientos tras cuatro años y tres fases de ascenso intentando abandonar el pozo de la Tercera División.

Remontó el Pontevedra la eliminatoria. No fue fácil. Hubo que llegar a la prórroga para poner el marcador global de la eliminatoria a favor de los granates. Aunque los jugadores de Luisito fueron amos y señores del encuentro durante los 120 minutos de partido, la falta de acierto de cara al gol hizo temer a los aficionados un descalabro como el sufrido hace quince días contra el Mensajero.

Plantó cara el Manzanares que no se escondió en ningún momento del partido y presionó sin tregua la salida de balón de los granates e incluso tuvieron ocasiones para anotar algún gol. Sin embargo, el Pontevedra supo controlar la presión y movió el balón de un lado a otro hasta que llegó el gol de Jorge Rodríguez, que había fallado un penalti minutos antes. Eran los mejores minutos de los granates. Estaban desatados. Y la afición esperaba un nuevo tanto que sellara la clasificación.

Un gol que no llegó hasta la primera parte de la prórroga y no por falta de intento, sino por falta de puntería. Más de una decena de ocasiones claras desperdiciaron los locales, aunque a la postre lograron el billete para una nueva final por el ascenso a 2ªB.

Salió el Pontevedra decidido a llevarse el partido. Fue desde la banda derecha donde se fabricaban las jugadas más peligrosas de los granates, Tubo no dejó de nutrir de centros a los delanteros que no tuvieron el acierto necesario para perforar la portería del Manzanares. En el primer cuarto de hora fueron varias las ocasiones desperdiciadas por los granates. La más clara tras un barullo en el área que acabó salvando bajo palos la defensa manchega.

Pero el cuadro de Alcázar no vino de turismo a Pontevedra y lo demostró con un par de oportunidades que obligaron a Edu a lucirse, primero salvando un mano a mano ante Santana y después sacando una mano salvadora a un disparo lejano de Sevilla que iba a la escuadra.

Los avisos del Manzanares despertaron al Pontevedra, que dominó el juego por completo durante todo el partido. La más clara la tuvo Carnero al filo del descanso cuando disparó alto desde la frontal del área pequeña tras recibir un pase de Jacobo que lo dejó solo. Erró también el nueve granate al resolver en solitario un contraataque.

El guion no cambió en la segunda parte. El Pontevedra seguía acumulando ocasiones fallidas, incluido un penalti en el minuto 46 que Jorge Rodríguez lanzó fuera. Pudo resarcirse el ariete al enviar al fondo de las mallas una precisa asistencia de Carnero. Rodríguez dribló a un defensa y definió a la perfección ante Rodri. 

Siguió desperdiciando ocasiones el Pontevedra. Resignados a disputar la eliminatoria en la prórroga, los de Luisito siguieron asediando el área manchega y fue en un centro lateral cuando apareció Carnero. Con toda la calma del mundo, rodeado de tres defensores, bajó el balón con el pechó, amagó, esperó a que el portero se venciera y empujó el balón a la red. Dos a cero y la clasificación en el bolsillo. Pudieron ampliar la renta, pero no estaban finos los granates de cara al gol.