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Campeón mundial por puntos

la voz

DEPORTES

El tudense Gustavo Rodríguez alcanza el título del ránking de larga distancia del 2014 de la Federación Internacional tras un lustro en la disciplina

18 jun 2015 . Actualizado a las 14:11 h.

Gustavo Rodríguez (Tui, 1979) es un triatleta de vocación tardía. Llegó a la disciplina en el 2011, después de la desintegración del Xacobeo, aunque durante este tiempo ha mantenido su vínculo con el ciclismo a través del Rías Baixas. Sin embargo, un lustro ha bastado al tudense para posicionarse en el mapa del triatlón. Especialmente desde que el lunes por la noche tuvo conocimiento que se había proclamado campeón del ránking mundial de larga distancia del año 2014 de la Federación Internacional de Triatlón, una estadística en donde se puntúan las actuaciones en campeonatos mundiales, europeos y nacionales de los diferentes deportistas, y en donde no aparecen los Ironman más prestigiosos porque que se disputan al margen de las federaciones. Gustavo finalizó con 1.085 puntos por delante de los franceses Sylvain Sudrie (951) y Bertrand Billard (875).

«Pensé que el ránking mundial estaba fuera de mi alcance y haberlo ganado superado a gente de tanto nivel me sorprende. La vedad es que no me lo esperaba y todavía estoy asimilando la noticia», comentaba ayer el gallego. Sus puntos llegaron con un sexto puesto en el mundial de larga distancia, bronce en el Europeo de media distancia y doble campeón de España en ambas modalidades.

El título por ránking es la primera gran muesca a nivel internacional del triatleta del Tripenta Terras de Lugo y la confirmación de que el 2014 ha sido el año de su explosión tras un lustro en progresión permanente. «Año a año voy dando un paso adelante, cada temporada fue mejor que la anterior y aún noto que estoy verde en el triatlón, que me quedan muchas cosas por corregir. Por eso, aunque sé que el 2014 ha sido mi mejor año, sé que puedo hacerlo mejor en el 2015». De momento sus triunfos en las citas (todas ellas de media distancia) de Zarautz, Bilbao y Pamplona avalan esta teoría. Datos que confirman su reconversión plena, después de casi toda una vida dedicada al mundo del ciclismo. «Desde el 2011, cuando desapareció el Xacobeo, decidí dar un cambio radical a mi vida deportiva y ahora estoy completamente centrado en el triatlón».

Todo este cambio ha llegado a base de un importante esfuerzo personal (entrena entre tres y siete horas diarias dependiendo del ciclo) y con la endémica falta de ayudas para este tipo de disciplinas. Hasta el punto de que su principal patrocinador es su propia plataforma de entrenamiento deportiva, la que le da de comer. Ahora espera que este título le abra alguna puerta.

Por el momento, en quince días viajará a Suecia para afrontar el mundial de larga distancia para, tras un pequeño descanso, meterse de lleno en la larga distancia analizando el calendario para saber las pruebas en donde compensa ir. Por ahí intuye que irá su futuro: «En la media distancia me siento muy cómodo porque son cuatro horas, algo muy ciclista, pero con el paso de los años pierdes explosividad y ganas resistencia y la evolución natural es la larga distancia, un reto que además me motiva».

A sus 35 años tiene la ilusión de un juvenil y el espaldarazo de un reconocimiento internacional.