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Las dinastías ilustres del Breogán

Miguel Álvarez LUGO / LA VOZ

DEPORTES

ÓSCAR CELA

Llorente, Wright y Howard, hijos de baloncestistas históricos, coinciden en Lugo

23 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Breogán cumplirá cincuenta años en 2016. Tal vez, para conmemorar la efeméride, ha reunido tres apellidos de relumbrón en la plantilla. Tres integrantes del equipo lucense son hijos de jugadores que, en mayor o menor medida, han dejado huella en el baloncesto. Devin Wright, Sergio Llorente y Juwan Howard Jr. son los herederos de Jimmy Wright, José Luis Llorente y Juwan Howard. Dinastías ilustres para el vestuario del club de la ciudad de la muralla.

Devin Wright regresó en verano a Lugo, la ciudad en la que se crio. Su padre es una leyenda del Breogán. Vistió la camiseta celeste entre 1984 y 1986 -año en que nació su hijo-. Muchos le consideran, junto con Jimmy Allen, el integrante de una de las mejores parejas de norteamericanos que ha actuado con el escudo del león.

Devin apenas recuerda a su padre: «Conservo una cinta de VHS con la película La vieja música -en la que Jimmy participó como uno de los protagonistas-. Era todo talento, un jugador espectacular que se desenvolvía de fuera hacia dentro. Yo soy diferente, más físico y de garra, también de hacer trabajo sucio». Eso sí, el apellido Wright pesa a la sombra de la muralla romana. «A veces, las comparaciones son odiosas. Mi padre fue un ídolo en Lugo y parece que todo me viene grande cuando se habla de él. Pero yo me lo tomo con humor y mucho orgullo», explica Devin.

Uno de los encargados de llevar la batuta del Breogán 2015-2016 es el base Sergio Llorente, el hijo de José Luis, exjugador del Real Madrid y medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984.

El que fuera internacional es un incondicional de los partidos de su hijo. Ha asistido a los tres que el Breogán ha disputado en la presente edición de la LEB Oro. «Es un apoyo», expresa Sergio, que agradece que su padre «siempre puede darme un consejo».

La familia Llorente no solo posee tradición en el deporte de la canasta, sino también en el del fútbol. En este sentido, Sergio afirma que «si mi padre no hubiese sido baloncestista, posiblemente me habría dedicado al tenis». Además, el jugador del Breogán porta su apellido con entereza: «Tengo la suerte de ser hijo o sobrino de quien soy, incluso de mi tío abuelo Paco Gento. Hay que agradecer lo que todos ellos hicieron por el deporte. Yo intento escribir mi historia y, de momento, me está gustando».

Los recuerdos de Sergio Llorente van de la mano del deporte de la canasta: «No me acuerdo de la etapa de mi padre en el Real Madrid, pero sí en el Andorra. Iba a verlos y a animarlos desde la grada». Posteriormente, se sumó a las expediciones del equipo de veteranos de los de Concha Espina.

Juwan Howard Jr., por su parte, puede presumir de que su padre hizo carrera en la NBA e incluso ganó un anillo con los Miami Heat: «En mi casa siempre se ha hablado de baloncesto, porque mi madre también fue jugadora. Me crie en Detroit, pero ya recuerdo su etapa en los Washington Wizards. Somos parecidos en cuanto a habilidad, pero él era más interior que yo».

El jugador del Breogán no oculta la admiración por su padre: «Ha actuado a todos los niveles, por lo que es un gran apoyo. A él le gusta mi forma de jugar, pero es crítico. Me comenta las cosas que hago bien y las que hago mal».

Juwan Howard Jr recuerda con alegría el momento en que su padre ganó la NBA: «Yo estaba allí y él me compró un anillo». «Me gustan jugadores como Kobe, Carmelo o Paul Pierce, pero siempre le hago preguntas sobre Lebron», asevera. Mientras, calienta la muñeca para reverdecer los laureles del Breogán.

Apellidos de relumbrón en una ciudad ligada al deporte de la canasta

Howard, Wright y Llorente se convirtieron el pasado verano en nuevos jugadores del Breogán. Un base, un alero y un pívot con sangre azul en lo que al deporte de la canasta se refiere. Entre los antepasados de los tres suman, entre otros méritos, un anillo de campeón de la NBA, una medalla de plata olímpica o el recuerdo aún vivo de haberse convertido en un ídolo en Lugo hace tres décadas. Ahora, las tres dinastías buscan reverdecer laureles en un club histórico que, una temporada más, se ha marcado el reto de regresar a la Liga ACB. De momento, han sumado tres triunfos. Pasado mañana, será el Básquet Coruña el que los ponga a prueba.