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Una mala pasada del navegador

Jose Valencia FERROL / LA VOZ

DEPORTES

Pilar Canicoba

Dos árbitros asturianos tenían que pitar un partido en el pabellón de Esteiro, en Ferrol, y acabaron en Muros

19 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los árbitros asturianos Rubén Pérez y Francisco Castillo fueron designados para dirigir el partido de la Primera División de fútbol sala femenino entre el Valdetires Ferrol y el Elche, previsto para disputar en el pabellón de Esteiro, uno de los barrios más antiguos y de mayor solera de la ciudad. Salieron de Asturias, metieron los datos en el navegador de su coche. «Tome la AP-9, a 500 metros salga hacia la AC 400...» y así llegaron a la localidad de Esteiro, en el Concello de Muros, a unos 150 kilómetros de Ferrol. Cuando se dieron cuenta de su error, llamaron al colegio y a los clubes implicados para advertir de lo que sucedía.

En Ferrol, tanto las componentes del Valdetires como las del Elche no salían de su asombro. ¿Cómo podía pasar algo así? El partido estaba previsto para las cinco y media de la tarde y aunque los árbitros inmediatamente iniciaron el camino hacia Ferrol, se barajó la posibilidad de aplazar el encuentro hasta el día siguiente, ya que a las ocho de la tarde estaba programado un partido de baloncesto de la Liga Gallega Júnior. El Elche se negó, aludió que no podían quedarse a dormir en Ferrol, ya que había jugadoras que al día siguiente tenían que trabajar.

Entre charla y charla por fin llegó la pareja arbitral. Eran ya las siete menos cuarto de la tarde. Ni calentaron, solo cinco minutos para cambiarse y comenzó el partido. Todo parecía resuelto.

A los diez minutos de juego, el conserje del pabellón de Esteiro, según tenía en su planning para la jornada, procedió a bajar las canastas de baloncesto, que estaban suspendidas del techo. Así no se podía jugar y los árbitros se vieron obligados a parar el encuentro.

Quien más y quien menos miró ya a su alrededor por si aquello se trataba de una cámara oculta. No era así, la realidad supera siempre a la ficción. Los dos equipos de baloncesto ocuparon la pista para comenzar a calentar. Se enfrentaban el Costa Ártabra y el Xiria de Carballo, en la fase final de ascenso a Primera División júnior.

La solución

Tras 45 minutos de negociación, los dos equipos de básquet accedieron a jugar su partido en otro pabellón, en el de Caranza, por lo que por fin pudo reanudarse el partido de fútbol sala, que al final acabó a las nueve y cuarto de la noche.

«Lamentable situación la que ha vivido el Elche Fútbol Sala, nuestro club y nuestras chicas no se merecían algo así», ponía en su Twitter la entidad ilicitana. No era para menos, tras la tarde que pasaron, les quedaba toda la noche en autocar para regresar a casa. «Un día increíble donde los haya, pero al menos ganamos», subía a las redes sociales Diana, una de las jugadoras del Valdetires.

El técnico coruñés, Jorge Rodríguez, que prepara al Valdetires, restó importancia a lo sucedido: «Fue una fatalidad, le puede pasar a cualquiera. Estamos hablando de un partido de la máxima categoría aunque es todo muy amateur. La situación se resolvió de la mejor manera posible. Al Elche le pareció todo una situación de locos y es comprensible. Para nosotros era un partido importante para la permanencia y traté de que mis jugadoras no perdieran la concentración. Al menos ganamos».