El Ribadumia dedica su último triunfo al pichichi, convaleciente en el hospital
17 oct 2016 . Actualizado a las 08:46 h.Marcos Yáñez, Changui, no pudo pelearse ayer con la defensa del Rápido de Bouzas sobre el césped de A Senra. Pero suyo fue el gol con el que el Ribadumia sorprendía en el minuto 13 de partido al segundo clasificado de la Tercera gallega. En un córner lanzado por Adrián Camiño que Fran Fandiño transformaba en el dígito que decantó la balanza en el marcador final a favor del conjunto aurinegro. Un tanto que el pontevedrés y el resto del equipo arousano dedicaron a Changui corriendo al banquillo local para coger la camiseta del 10 y mostrársela a la afición. La mejor forma que sus compañeros, cuerpo técnico, directiva y socios del Ribadumia tenían de decirle que están con él en su pelea por superar el trance que desde el viernes le ha tocado vivir, hasta el punto de poner en peligro la vida del delantero.
Desde la directiva del club de A Senra explicaban ayer que en la tarde del pasado viernes Changui ingresó en el Hospital de Conxo de Santiago de Compostela con 41 grados de fiebre y en coma, derivado del Hospital de Barbanza. Un estado en el que habría permanecido hasta la mañana de ayer, en un segundo estadio de la hospitalización, ya de forma inducida, por los facultativos que siguen su caso a fin de realizarle con el mayor grado de seguridad las pruebas médicas pertinentes para determinar el origen de la situación del boirense. Ayer por la mañana Changui recuperaba la plena consciencia, y aunque permanece en la uci, ya ha podido hablar con su familia al encontrarse en aparente mejor estado.
«Parece ser que é un proceso vírico estendido por todo o corpo», señala el presidente del Ribadumia por lo que ha podido saber por la familia del jugador. «Agora estáse a recuperar, e a cousa parece que vai ben, grazas a Deus. Falta saber que provocou a infección, e agardamos que pronto estea de volta connosco», declara.
El pensamiento de todo un club se centra desde el pasado viernes en Changui. «Están siendo unos días francamente duros para todos. Para jugadores, para directiva, para cuerpo técnico», decía ayer el entrenador del Ribadumia y exjugador David Sierra. Hasta el punto de que desde A Senra consultaron en la Federación la posibilidad de aplazar su partido con el Bouzas. «Nos habría gustado no competir, pero no ha quedado otra», comenta Sierra, al que le queda, como a toda la familia aurinegra, la satisfacción de «haber logrado mantener centrada la cabeza 90 minutos» para poder alcanzar «una victoria de grupo, de club, que va dedicada a Changui y a toda su familia y allegados».
La primera muestra de cariño hacia Changui fue «jugar sin el 10. Hugo jugó con el 17, porque queremos que el próximo que se ponga el 10 sea él» exclama un Sierra que confía en la complicidad de la Federación para poder mantener esta muestra de afecto hasta la vuelta del estandarte de un club.