El Celta golea a un Deportivo anémico de fútbol y lleva la fiesta a Balaídos

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

DEPORTES

El equipo de Berizzo, liderado por la calidad de Orellana y los goles de Aspas, consigue una clara victoria ante un Dépor que sólo asustó a pelota parada

23 oct 2016 . Actualizado a las 17:35 h.

El derbi gallego acabó con una goleada quizás un punto exagerada (4-1) pero que no oculta los méritos del Celta, superior al Deportivo por fútbol y talento en los últimos metros. Los vigueses, liderados por la calidad de Fabián Orellana y espoleados por los goles de Iago Aspas, superaron las dudas de su fútbol, presentes también en la mañana de Balaídos, en gran parte por la anemia de talento de los coruñeses, que apenas inquietaron y si lo hicieron fue a pelota parada. El Dépor peleó y estuvo metido en el partido hasta que se rompió en la segunda parte, cuando sentenció el Celta a la contra. El resultado llevó el delirio a Balaídos, con la afición local deseando reencontrarse con la mejor versión de los suyos, la del fútbol vertiginoso que está siendo intermitente en el arranque de temporada. Mientras, el 4-1 en el derbi deja al aire las carencias del Dépor, ya arrimado al descenso, necesitado de resultados pero también de encontrar una pauta en su juego.

Celta y Deportivo demostraron el por qué de las dudas que marcaban los análisis previos al derbi. El equipo vigués, titubeante en defensa y por su costado izquierdo, sigue sin encontrar su golpe de pedal a pesar de tener un arsenal mayor de medio campo hacia delante. El coruñés, desconectado de la pelota, sin desborde en las bandas y mermado en la punta del ataque por un Andone limitado y un Babel aún en pretemporada. El dominio, tanto por inercia como por potencial, correspondió al Celta, pero al grupo de Berizzo le faltó un punto de vértigo. Con Bongonda sin presencia y Aspas flotando entre los centrales pero sin participación, la principal amenaza era Orellana, que se movía con inteligencia por todo el frente de ataque.

César Quian

Mientras, el Dépor veía un campo gigante para estirarse, demasiado metido en su campo, con un centro del campo pegado a los centrales y permitiendo al Celta muchos metros. Los balones largos a Babel tenían éxito limitado y apenas llegaban Andone. No había noticias de Fajr y de Bruno Gama, y sólo Guilherme parecía tener cierta claridad con la pelota. Había imprecisiones en los coruñeses, que sin embargo apenas sufrían. Y cuando lo hizo, Lux explotó sus reflejos a un cabezazo de Wass a centro de Mallo en la única llegada de la primera media hora.

Pero el Celta poco a poco empujaba al Dépor hacia su área. Quería abrir mucho el campo para estirar los metros que tenían que abarcar Mosquera y Guilherme, y las ayudas de Bruno Gama y Fajr eran en ocasiones impuntuales. En una de esas, Roncaglia cambió la orientación del juego y encontró a Orellana como extremo diestro. Hugo Mallo aprovechó el pasillo interior en la defensa del Dépor y recibió el pase del chileno para definir como un delantero. El 1-0, más que premiar el dominio del Celta, castigaba la poca propuesta del equipo coruñés, muy alejado de la portería de Sergio, sin intuirse trazas de fútbol. Sin Çolak, descartado por Garitano para ni siquiera estar en el banquillo, el Dépor perdió referencias para sacar la pelota, algo que hizo esporádicamente Babel hasta que el fuelle le hizo desaparecer.

Pero la fragilidad del Celta y la seriedad del Dépor acabó nivelando la contienda. Los blanquiazules, que apenas habían pisado área con un disparo de Bruno Gama en el trasero de un defensa, se reenganchó al juego con tres acciones consecutivas a balón parado en los últimos 20 metros del campo. No acertó hasta la cuarta, cuando el centro bien perfilado por Fayçal Fajr encontró la atalaya de Albentosa. El central marcaba su primer gol con el Dépor y el primero del equipo coruñés a domicilio. La estrategia daba aire a los herculinos, que empataban en el 37, veían cómo el gol les metía en el partido y les daba un ímpetu que les hizo apropiarse del tramo final del primer acto. Hasta el punto de que Andone cabeceaba con peligro un centro de Juanfran y Guilherme perdonaba en boca de gol el 1-1 tras otra buena llegada desde la derecha.

César Quian

El empate al descanso era un castigo para el Celta, que no podía plasmar su teórica superioridad con la pelota en peligro ante Lux. Así comenzó también el segundo tiempo, que pudo cambiar radicalmente en el primer minuto, con un despiste de la zaga del Dépor y un balón suelto en botas de Cabral. Albentosa se cruzó rápidamente y evitó males mayores. El Celta volvía a tener el balón pero con pocas ideas en el último trecho del campo. El Dépor no pasaba apuros y aunque veía lejos la portería contraria, no tenía prisas. Pero una jugada aislada le cambió el panorama. El centro desde la derecha que cabeceó Wass encontró el muslo de Sidnei y después la mano del brasileño. El árbitro concedió la pena máxima y Aspas aprovechó para hacer su primer gol en un derbi, con especial dedicatoria a la grada con seguidores coruñeses.

El Dépor tuvo una buena reacción al golpe. Volvió a generar situaciones a pelota parada (sú única posibilidad real de arañar al Celta) y mostró carácter a pesar de sus limitaciones. Fajr rozó el empate con un potente disparo desde la frontal del área y Babel casi sorprende a Sergio Álvarez con un centro chut desde la derecha. Entraron Marlos Moreno y Carles Gil buscando la velocidad que le faltaba a la zona de creación de los blanquiazules y el partido, falto de claridad e ideas cuando la tocaba alguien que no fuera Orellana, entró en una fase de correcalles donde el Celta parecía tener todas las de ganar. Y así fue: en el 77, Jonny (en su única llegada con peligro del partido) encontró la cabeza de Orellana, que rubricaba su gran partido con la daga del 3-1.

Quedaban poco más de 10 minutos y la herida del Dépor recibió un poco más de sal con el segundo tanto de Aspas, que redondeó la goleada para el Celta y su reivindicación personal, por primera vez decisivo en un derbi con sus tantos. Los minutos finales sirvieron para que Balaídos disfrutase del triunfo siempre especial en el derbi, que desnudó las carencias de un Deportivo ya arrimado a los puestos de descenso y con las necesidades a flor de piel.

Ficha técnica

4 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Hernández, Wass; Bongonda (Marcelo Díaz, min.74), Orellana (Sisto, min.90) y Aspas (Rossi, min.88).

1 - Deportivo de La Coruña: Lux; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Fernando Navarro; Bruno Gama (Marlos Moreno, min.64), Guilherme (Borges, min.80), Mosquera, Fajr; Babel (Carles Gil, min.73) y Andone.

Goles: 1-0 Hugo Mallo, min.32; 1-1 Albentonsa, min.36; 2-1 Aspas (p), min.60; 3-1 Orellana, min.77; 4-1 Aspas, min.83

Árbitro: Álvarez Izquierdo (catalán). Amonestó a Hugo Mallo por parte del Celta de Vigo, y a Albentosa, Guilherme, Sidnei y Mosquera por parte del Deportivo.