
Seis años después, dos grandes de la historia del tenis vuelven a encontrarse en la final de un Gran Slam
29 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Como ese viejo amor con el que te reencuentras años después, como ese antiguo amigo al que no ves desde los tiempos de la universidad. Esa sensación de nostalgia y melancolía es la que sentirán Roger Federer y Rafael Nadal al saludarse sobre la pista en la final del Abierto de Australia (9.30 h, Eurosport). Casi seis años después de su último encuentro en una final de Grand Slam (Roland Garros 2011), dos de los mejores tenistas de toda la historia volverán a luchar por ser el trono en Australia.
Una bonita reedición de la épica final del 2009, cuando se encontraron y el mundo del tenis vivió uno de los cambios generacionales más importantes de su historia. Las lágrimas de Federer tras la derrota en cinco sets y la alegría de Nadal tras su primer grande sobre pista dura parecían mostrar que quizá el suizo ya no estaba para estas batallas, y que el trono mundial pasaba a manos del español. Sin embargo, unos meses después, Nadal perdió por primera vez en París contra Soderling, el suizo levantó su primer Roland Garros y ambos no volvieron a enfrentarse en una final de un grande hasta el 2011. Sobre la arcilla de París Rafa volvió a mostrar en el 2011 su superioridad en ese tipo de superficies y batió en cuatro mangas al suizo, que no volvió a pisar una final de Roland Garros. Desde entonces un vacío.
Un hueco en el corazón de todo amante del tenis, que no ha podido disfrutar desde entonces de una final entre estos dos tenistas de época en los mejores torneos del mundo. La rivalidad siempre se ha decantado del lado del español, quien ha vencido en 23 ocasiones, por 11 del suizo. El último enfrentamiento, en la final de Basilea en el 2015, cayó para Federer, que, no obstante, no vence a Nadal en Grand Slam desde la final de Wimbledon del 2007.

Inesperada reacción
A comienzos de año, uno y otro estaban en uno de los momentos más bajos de sus carreras. Uno volvía al circuito con 35 años tras seis meses fuera y otro lo hacía tras renunciar al final de temporada por un problema en la muñeca. Nadal, en el noveno puesto del mundo, y Federer en el 17. Nada hacía prever que ambos tuviesen opciones en Australia.
Como dos grandes, lucharon contra las circunstancias y sorprendieron a cada persona que acudió a las gradas de la Rod Laver Arena. Federer eliminó a tres top ten (Berdych, Nishikori y Wawrinka) y Nadal a dos (Monfils y Raonic) y al futuro de este deporte (Zverev). Un nuevo capítulo en una de las rivalidades más bonitas, duras e históricas de este deporte. Una rivalidad entre dos amigos con estilos de juego muy diferentes, entre dos campeones que lo ganaron todo y siguen apasionados por este deporte, incluso cuando ya nadie creía en ellos. Puede que sea uno de los últimos capítulos de la lucha entre Nadal y Federer, pero el recuerdo que dejarán ambos será inolvidable.