El presidente, que tiene al club al borde del precipicio, en el punto de mira
10 feb 2013 . Actualizado a las 11:46 h.Con la derrota contra el Granada, La afición del Deportivo perdió la paciencia. Y ya no fueron solo los jugadores los únicos destinatarios de las críticas. El «Lendoiro dimisión» atronó en la segunda parte del encuentro y los pañuelos fueron agitados al viento al acabar el partido.
Lendoiro, que llevaba días escondido y sin dar explicaciones ante la crítica situación en la que ha metido al club, ya sabe que está en el punto de mira. Su nefasta gestión tiene a la entidad coruñesa al borde del abismo, en pleno proceso concursal y con su supervivencia seriamente amenazada. La confección de la plantilla fue entregada al agente Jorge Mendes y el resultado ha sido devastador, con el equipo colista, con solo 16 puntos y a seis de la salvación.
Pero Lendoiro volvió a demostrar que la autocrítica no va con él. Tras el partido atendió a los medios y cuando le sacaron a colación los gritos de los aficionados pidiendo su dimisión volvió a recurrir a sus casi 25 años en el club, como si eso fuera una especie de cheque en blanco. Sus palabras fueron una falta de respeto a los aficionados, quienes se merecen un presidente a la altura de las circunstancias y no a alguien que tras tener el club en la ruina económica y en serio peligro y el equipo en la ruina deportiva, es incapaz de dar las explicaciones convincentes y de ejercer la autocrítica.
Los jugadores
Por otro lado, la afición también silbó a lo largo de todo el partido a los jugadores, especialmente a alguno de los portugueses. Evaldo y sus ingenuos errores, sobre todo en la primera parte, y Nelson Oliveira, que entró en el descanso por Bruno Gama, fueron el principal objetivo de las protestas, que se reprodujeron al final del encuentro. También hubo pitos para la decisión de Domingos Paciência de hacer saltar al campo a un cuarto de hora para el final a Juan Domínguez, uno de los jugadores que con su llegada desaparecieron de las alineaciones e incluso de las convocatorias. La afición solo se concedió un respiro cuando mediada la segunda parte entró uno de sus ídolos, Juan Carlos Valerón.
«La afición se ha expresado como ha creído conveniente»
No era fácil dar la cara tras el partido de ayer. Pero tanto Álex como Aranzubia comparecieron ante los medios para reivindicar que queda mucha Liga. El coruñés destacó que «no hay que bajar los brazos. Todavía es posible salir de esta situación». «El vestuario está en silencio, pero tenemos que estar unidos», añadió.
El meta riojano también pidió pasar página. «Estamos en una situación complicadísima. Está difícil pero hay que tirar adelante». Eso sí, entiende a la afición: «se ha expresado como ha creído conveniente».
Segundo incidente en una semana
Es el segundo incidente que protagoniza un reducido sector de la afición del Deportivo esta semana. El pasado lunes, en el primer entrenamiento del equipo esta semana, un pequeño grupo de seguidores increpaba a miembros de la plantilla y del equipo técnico en Abegondo.