El clan Lendoiro se reunió al completo ayer por la tarde tras el ajetreo derivado de las negociaciones del concurso de acreedores, con motivo de la boda que contrajo David César Marcos con María José Bruque Lara. La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Colegiata de Santa María del Campo, a la que la novia llegó con un considerable retraso mientras Lendoiro, vestido de chaqué y acompañado por su esposa, hacia guardia junto a su vástago. Lendoiro optó por continuar la espera dentro de la iglesia, hasta que María José apareció con media hora de retraso con el pelo recogido y un vestido con una larga cola.
Tras la misa, los más de 270 invitados al enlace acudieron al Hotel Finisterre, el único de cinco estrellas de la ciudad, para disfrutar de una cena y una fiesta que se prolongó hasta la madrugada.