Estos cifran las pérdidas del último año entre un 40 y un 60%
29 ene 2012 . Actualizado a las 07:05 h.Hace un año que entró en vigor la ley que prohíbe fumar en locales públicos y los hosteleros de la zona se quejan de que la crisis y la ley han herido de muerte al sector. Las quejas provienen, sobre todo, de los locales nocturnos de ocio que cifran entre un 40 y un 60% sus pérdidas de facturación y clientela. Los hosteleros se quejan de que ahora los clientes salen a fumar y ya no entran reduciendo de forma notable el consumo. Entre los propietarios de pub se levantan también las voces de los que denuncian la competencia desleal de locales de otras zonas de marcha de Galicia próximas a Deza y Tabeirós-Terra de Montes donde dicen «hay quien deja fumar en los locales».
En Lalín donde las redadas y controles están a la orden del día los hosteleros señalan que «la ley se siguió a rajatabla desde el primer momento» y que los usuarios, en contra de las dudas que pudiera tener algún hostelero, acataron la ley desde el primer momento.
De copas en casa
En función del tipo de clientela varían las protestas. En A Estrada un local cuya clientela mayoritaria son personas de mediana edad apunta que «hay mucha gente que dejó de venir desde que no puede fumar porque resulta incómodo salir cada dos por tres a fumar, sobre todo de noche uy en invierno». Los clientes optan cada vez más por quedar en casa de alguien. Explican que «compran un par de botellas, les sale más barato y se van reuniendo en casa de unos o de otros».
Otros en cambio cuentan que no notaron bajada en el número de clientes pero sí en el consumo. La gente para menos en los locales y por tanto consume menos. El hecho de salir a fumar hace que, como apunta algún hostelero, «os locales queden vacíos e sen ambiente a ratos, hai un descontrol».
Pero no todo son quejas mientras unos consideran que en un 75% por ciento a causa de la ley antitabaco y un 25% por culpa de la crisis el sector se hunde, otros en cambio no han notado perjuicios.
Es el caso de algunas cafeterías que consideran que se ganó en salud. Otros en cambio piensan que los clientes paran menos y si antes se tomaban tres o cuatro consumiciones entretenidos en charlas, ahora como hay que salir a fumar toman uno y se van «ou están máis tempo fora que dentro, e eso é tempo no que non se consume», señala alguno.
En los restaurantes algunos indican que mejoran en limpieza y ahorran en labores de pintura que no son necesarias con tanta asiduidad. Otros notan que se quedaron sin el consumo extra de copa y puro que antes solían ser el colofón a una buena comida. Los establecimientos que tienen un público familiar y al que acuden niños creen que salieron ganando con la ley. En cuanto a las sanciones, en la zona de Pontevedra (que incluye Deza y Tabeirós) se realizaron en el 2011 un total de 113 inspecciones, 101 de ellas en locales hosteleros y fueron denunciados 26 particulares por fumar en lugares donde existía prohibición. Las multas van de treinta a 600 euros.