Un derrumbe causó la pérdida del reloj solar

F. rubia alejos LALÍN

PONTEVEDRA CIUDAD

Reproducción a plumilla del reloj, en base a una foto.
Reproducción a plumilla del reloj, en base a una foto. f. Rubia< / span>

La pieza era semicircular y de primera época, sin numerar

30 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En enero del 2010 a causa de un derrumbe originado por las intensas lluvias y fuerte crecida del río se perdió el reloj solar, afectando también al muro de contención que se encontraba ya algo debilitado. El desmoronamiento de este lienzo de cachotería dañó también a una parte del camino empedrado de acceso al puente, correspondiente a la ribera derecha del río, y al pretil que lo guarnece, en uno de cuyos sillares se hallaba grabado el reloj solar.

Dentro del «Plan de restauración de pontes históricas» la Consellería de Cultura destinó 65.000 euros para reparar los daños, no siendo posible recuperar el sillar del pretil con el grabado del reloj solar, supuestamente caído en el río a notable profundidad. Gracias a una fotografía facilitada por cortesía del profesor Antonio Presas podemos hacer una descripción más pormenorizada.

Se trataba de un reloj solar de sencilla traza de la clase reloj vertical orientado al mediodía, hecho a punta de cincel sobre la cara de paramento de un sillar perteneciente a la primera hilada, de las dos que conforman el pretil de protección del camino de acceso al puente, justo antes de abocar la entrada. Estaba situado por lo tanto a escasa altura del suelo, particularidad más propia de los primitivos relojes de sol llamados esferas de misa, que eran de forma circular y que se colocaban siempre a menor altura que la de un hombre.

El reloj solar de Ponte Taboada por su forma se encuadra en la categoría de los semicirculares. Su faz guardaba un notable parecido con la concha peregrina, lo que dio lugar a falsas interpretaciones. Estaba compuesto por una serie de trazos simétricos que representan las líneas horarias que señalan horas enteras (sin medias horas) que convergen en un pequeño semicírculo central situado en la parte superior. No muestra ningún tipo de numeración horaria, por lo que se podía encuadrar dentro de los semicirculares en los de la primera época.

La perpendicular marcaría las 12 horas del mediodía, y corresponde al meridiano geográfico que pasa por el lugar. La línea superior horizontal representa el mismo horizonte. Su mitad izquierda, según se mira, indica las 6 de la mañana. La mitad derecha, las 6 de la tarde. Por lo tanto en la parte izquierda del reloj solar hay 6 horas para la mañana, y en la mitad derecha, 6 horas para la tarde.

El gnomon se introduciría perpendicular al muro en el polo del reloj de sol, en el punto de convergencia de las líneas horarias. La sombra proyectada marcaba la hora solar del lugar, cuya exactitud era solamente relativa por marcar horas desiguales, debido a la perpendicularidad del gnomon y a que la duración de los días ente el orto y el ocaso del sol varía dependiendo de la estación del año.

El conocimiento de este dato resultaba de importancia al viajero para calcular el reparto de jornada y horas de luz de que disponía, antes de que le cogiera la noche. Las características señaladas apuntan a que el arcaico reloj solar pudiera aproximarse como ningún otro a los clásicos relojes de sol llamados canónigos, que solían emplazarse en las puertas orientadas al mediodía de edificios religiosos.

Según destacados especialistas en gnomónica (del Buey Pérez y Martín Artajo) estos relojes son resultado de la evolución de las esferas de misa. En Galicia los relojes solares menos abundantes son los grabados en la propia piedra del edificio, como es el que nos ocupa. Representan solo el 5,2%. Sin embargo se sabe que en otra época fueron abundantes. En la obra de Francisco de Paula Mellado «Recuerdos de un viaje a Galicia» editada en 1850 dice que en el camino real de Padrón a Pontevedra había ?elegantes pirámides para marcar las leguas, cada una con su correspondiente reloj de sol.

Estas noticias vienen a corroborar que tanto la existencia, como la situación del reloj solar del puente viejo de Taboada, situado en un monumento de carácter público y al pie de una vía importante, se encuadraba plenamente dentro de lo usual en su época.

Entorno inmediato al puente

Un poco más arriba del peñasco con inscripción fundacional, existe una fuente llamada As fontiñas, con una inscripción en el frontal liso de la roca. Tras utilizar los medios adecuados podemos dar a conocer la definitiva interpretación de sus caracteres, corrigiendo algunas letras en principio poco perceptibles.

RBF, letras iniciales que pudieran corresponder a un anagrama o sello de propiedad. Destaca por su trazo la F, que consideramos determinante para intentar establecer la cronología del epígrafe.

BBYBTE BBYBT. Puede ser leída sin dificultad. Repite dos veces el conocido y expresivo lema «Bebe y Vete». El trazado transversal de la última letra T y el de la F anteriormente comentada, son más propios de la escritura en documentos en papel que sobre el soporte de piedra. Esta inscripción, como ya dejamos dicho en anteriores artículos, la relacionamos con la existente a la entrada del palacio de Liñares.

Ventanas de escaparate

Más adelante se halla el pequeño caserío del lugar de A Ponte, núcleo de población rural antiguo perteneciente a la parroquia de Taboada originado entorno a la importante vía que por allí pasaba, donde además de una vetusta posada rehabilitada como hospedería llamada Posta da Prata y algunas casas de morada, existen unas edificaciones de piedra en estado ruinoso con interesantes ventanas abiertas al camino, denominadas ventanas de escaparate que tienen la particularidad de tener el alféizar más ancho de lo habitual y estar dispuesto en volado a modo de pequeño mostrador, donde antiguamente se vendía a los peregrinos desde el interior actuando como tiendas. La presencia de este tipo de ventanas sirve para determinar fehacientemente el paso de las rutas jacobeas, o rehacer tramos cuando se desconocen, por lo que estas antiguas edificaciones debieran estar inventariadas y protegidas, con lo que cobraría una mayor relevancia testimonial el Camino de Santiago, y en este caso la Vía de la Plata que por aquí discurre.