
Fue el décimo gallego en rendimiento en la ESO en pruebas a las que accedieron tres alumnos más del Marco do Camballón
21 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.«Desde os oito anos teña esa cousa aí de ser médico, sempre quixen ser médico». Lo dice, Carlos Louzao Pereiro, flamante premio extraordinario de Educación Secundaria Obligatoria y alumno del IES cruceño Marco do Camballón donde ya realiza estudios de Bachillerato encaminados al mundo de las ciencias.
Carlos, con 16 años, acaba de colocarse décimo en el ránking gallego de premios extraordinarios que convoca la Xunta y en el que concurrieron cerca de medio millar de gallegos. Para poder competir es preciso cerrar el expediente en 4º de ESO con nota superior a nueve. Había sumado 9,20 y compitió con éxito junto con tres compañeros mas del mismo IES, Martín Casal Blanco, Natalia Santiso Torreiro y José Luis Puga Guzmán, que cumplían los requisitos de expediente y aún sin lograr entrar en los veinte primeros que acceden al premio extraordinario si dejaron alto el pabellón del centro cruceño.
Carlos Louzao es de la parroquia de Salgueiros y su calificación le supone un premio en metálico de 750 euros, diploma y mención especial en su expediente académico.
Reparte méritos y orgullo
Carlos destacó en la prueba de biología mostrando claramente por donde apunta su vocación pero tampoco desmereció en geografía ni en matemáticas. «Onde ando peor é en lenguas» aunque saco buena nota en lengua extranjera y fue fiel a sus carencias obteniendo los peores registros de la prueba en lengua castellana y gallega, «ainda sendo de Salgueiro e falar en galego», reconoce.
Pero ser el décimo mejor de la ESO en Galicia no le quita humildad y sale rápido en el diálogo con el periodista a repartir méritos a su logro: «Estoulle moi agradecido aos profesores, axudáronme moito». Y, también tira para casa con orgullo cuando se le pide que valore su centro, el Marco do Camballón: «É o mellor», espeta sin dudar.
Lo de querer ser médico (tampoco de disgustaría ser odontólogo) parece un objetivo a su alcance. Asegura que estudia mucho pero no es un empollón, «estudio como todos, sempre hai algunha excepción pero todos estudiamos moito no instituto», dice lleno de satisfacción por el premio y por la alegría que dio a sus padres y a su colectivo escolar.