Fueron demolidos en diciembre del 2011, tras exhumar a siete difuntos
06 oct 2013 . Actualizado a las 08:00 h.Los afectados por la demolición de 17 panteones en el cementerio de San Miguel de Cora, en A Estrada, reclaman más de 35.000 euros en concepto de indemnización por el derribo de unas obras construidas con todos los permisos necesarios para hacerlo. Uno de los reclamantes indicaba ayer que demandan una indemnización de en torno a 2.000 euros por cada uno de los panteones demolidos, una cifra que se eleva en el caso de aquellos panteones en los que habían sido enterrados difuntos. Y es que en estos últimos casos, se suman también los gastos generados por la exhumación de los cadáveres.
Fue el caso de seis familias, que se vieron obligadas a la exhumación de siete difuntos en marzo del año 2010, para cumplir con la exigencia del TSXG, que tras declarar ilegales los panteones, instaba a ejecutar la demolición, que se hizo efectiva el 12 de diciembre del 2011. Tal y como habían anunciado entonces, las familias afectadas interpusieron una reclamación judicial para reclamar indemnización por los daños, por la que se celebrará juicio a mediados de mes, indicaba ayer una de las afectadas.
De hecho, la junta de gobierno local de A Estrada prevé designar mañana lunes asistencia letrada para el procedimiento, del que se ocupa el juzgado de lo contencioso-administrativo nº 1 de Pontevedra. Fuentes municipales estradenses entienden que será la Xunta de Galicia quien, en caso de resolución favorable a los vecinos, deberá asumir el importe, ya que subrayan que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló la autorización concedida para la ampliación del camposanto por parte de la Consellería de Sanidade, en abril de 1999; y tres años más tarde, en mayo del 2002, otro fallo anuló la licencia de obra municipal, pero entienden desde el Concello que vino motivado por haberse anulado previamente la autorización de Sanidade en que se apoyaba el ayuntamiento.
Un conflicto iniciado en 1989
La polémica ampliación del cementerio de Cora fue promovida en 1989: los nuevos panteones acogieron siete difuntos entre 1995 y el 2002; a partir de entonces, se sucedieron autos judiciales del TSXG para la demolición de las tumbas, hasta ejecutarla nueve años más tarde.