Palio no encuentra quién le quiera

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

El único templo protorrománico de Deza entró en la lista roja de monumentos en peligro de Hispania Nostra por su avanzado deterioro

28 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Más de ocho siglos de vida atesora la iglesia de Santa Eulalia de Palio, en Lalín, el único ejemplo del protorrománico en Deza. Una larga historia al que se puede poner en breve un insensible final tras décadas de abandono y expolio. El moribundo templo acaba de entrar en la lista roja de monumentos en peligro de Hispania Nostra. Una nueva voz de alarma para que Iglesia y administraciones públicas dejen de mirar para otro lado.

La desaparición de la parroquia de Santa Eulalia de Palio en 1940 supuso el primer punto de inflexión, repartida entre Cercio y Rodís. Con el paso de las décadas el templo entró en una espiral de deterioro. Los vecinos intentaron en varias ocasiones buscar una solución de forma infructuosa. Desde intentar su reapertura al culto a principios de los años ochenta, con la negativa del Obispado, a alertar a las administraciones.

Una leve luz a la esperanza se abría en 1995, cuando el Concello de Lalín activaba una escuela taller para restaurar templos románicos del municipio. En la lista figuraba Santa Eulalia de Palio. Pero Patrimonio destrozó cualquier ilusión por salvaguardar este monumento de las garras del olvido. Desautorizó cualquier obra con el argumento de la necesidad de un nuevo proyecto de ejecución.

La iglesia prosiguió su implacable deterioro. El agua entraba por todas partes, los techos se abombaban, los muros se agrietaban, la maleza lo invadía todo. Retablos barrocos, imágenes sacras, lámparas, misales, vestimentas sacerdotales,... Todo empezó a dañarse sin remedio entre la desidia de las instituciones.

La Fundación Comarcal do Deza intentó tomar cartas en el asunto, pero solo se consiguió parar la lluvia. En el 2005 el Concello de Lalín recibía autorización de Patrimonio para instalar una cubierta metálica sobre el templo. Desde entonces el más absoluto silencio. Los vecinos tiraron hace tiempo la toalla.

Hispania Nostra lanza el enésimo mensaje para evitar el entierro definitivo de un patrimonio arquitectónico religioso único. Ojalá encuentre destinatario.