La presentación en Santiago de la fiesta gastronómica de Vila de Cruces sirvió para conocer necesidades del sector
06 jun 2014 . Actualizado a las 08:00 h.El Aula Gastrocultural de la Praza de Abastos de Santiago tomó ayer el relevo del Hostal dos Reis Católicos como espacio para presentar una nueva edición de la Festa do Galo de Curral de Vila de Cruces. Un acto con el presentador de televisión, Xosé Manuel Piñeiro, como maestro de ceremonias y donde la nota musical la puso el cantautor Manoele de Felisa. Interpretó temas de su nuevo disco, Cantos de lembranza, sobre textos de Neira Vilas, además de cerrar el acto con una canción basada en un poema de Rosalía de Castro, antes de la degustación popular. Los asistentes disfrutaron con ocho empanadas rellenas de este producto, cinco gallos y otras tantas pulardas, además de chorizos, vino y dulces típicos de Cruces.
En medio del recital de música se sucedieron hasta siete intervenciones, entre criadores y autoridades. Precisamente los productores fueron los primeros en abordar sus iniciativas, personalizadas en el proyecto Galo Celta, de David Sueiro, y la cooperativa Crugalo, representada por Evaristo Rodríguez. Aunque con propuestas diferenciadas ambos coincidieron en varias cuestiones, sobre las que se habla desde hace tiempo sin que terminen de cuajar. Pusieron el punto de mira en la necesidad de abrir el matadero de gallos y también en un empujón para mejorar la comercialización.
David Sueiro contó su proyecto de Galo Celta, que logró apoyo de la Fundación Juana de Vega y Agader, con un plan de empresa para solventar uno de los hándicaps en el campo, ya que se cuenta con buenos productos como el galo de curral «pero falta ser profesional». Ejemplificó ese apoyo en el reciente envío de producto a Suiza, requirió apoyo de las administraciones para abrir el matadero y para lograr abaratar costes de producción.
Por su parte, Evaristo Rodríguez, de Crugalo, explicó que esta cooperativa con cinco socios comenzó hace unos meses para producir galo de curral y porque en solitario no podían atender la demanda creciente. Cubren todo el proceso, desde la incubadora a la comercialización a los nueve meses como mínimo y acaban de iniciar la venta de huevos. Consideró que tienen buenas expectativas, ejemplificando en las jornadas en las que están participando en Cádiz, «con máis demanda que os percebes e o caldo» y también reivindicó el matadero.
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