Algunas historias acaban bien como la que ayer protagonizaron los bomberos del parque intercomarcal que hicieron posible que un vecino de Brántega recuperase a sus dos queridos perros de caza.
Los animales salieron detrás de un conejo y el rastro les llevó a meterse en una mina, siguieron corriendo hasta acabar en el interior de un pozo y allí se quedaron sin ser capaces de salir.
Su dueño los perdió de vista mientras cazaba y pasó horas en su busca hasta que oyó ladridos. Estos procedían del interior de un pozo que estaba tapado con ladrillos. Al parecer la mina tiene unos cien metros y luego cae a la zona del pozo, que surte de agua a una casa cercana.
La boca del pozo estaba en medio del monte, en una zona de difícil acceso y cubierta de maleza por lo que el propietario de los perros y su nieto requirieron la ayuda de otro vecino que con un tractor tuvo que cortar previamente la tupida maleza y limpiar de madera la zona para poder llegar con comodidad al pozo.
Una vez allí, los bomberos utilizaron unas cestas y unas cuerdas. Uno de ellos bajó los veinte metros de profundidad del pozo para rescatar a los animales que se encontraban asustados pero sanos y salvos. Eso sí, el que no apareció fue el conejo, que seguro que encontró por donde escapar de sus perseguidores y quizás tuvo más suerte y pudo perderlos de vista.