En abril se constituye en Santiago un consorcio europeo sobre el alzhéimer

Joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El CHUS lidera el proyecto que pretende cronificar la enfermedad en sus inicios

23 mar 2016 . Actualizado a las 09:52 h.

Expertos de los centros de investigación de España, Portugal, Finlandia, Lituania, Bélgica y Holanda, que participan en el proyecto europeo PANA (siglas en inglés de Promoción del envejecimiento activo: nanoestructuras para fases muy precoces de la enfermedad de alzhéimer) para el diagnóstico y tratamiento del alzhéimer, constituyen en Santiago el consorcio que se ocupará de su desarrollo durante 5 años. Lo harán en la primera quincena de abril. En la entidad convergen clínicos, neurocientíficos, expertos en nanotecnología y en imagen molecular, y otros especialistas de hospitales, universidades, y empresas implicados en la iniciativa.

Esta será la primera reunión del proyecto europeo, dotado con 7,8 millones de euros. Se celebra en Santiago, porque el PANA se coordina desde el CHUS. Sus investigadores principales son Tomás Sobrino, director técnico del Laboratorio de Investigación en Neurociencias Clínicas del Instituto de Investigación Sanitario de Santiago (IDIS), que es además su coordinador; y José Castillo, jefe del servicio de Neurología del complejo hospitalario.

«El objetivo principal es conseguir que la predemencia sea una enfermedad crónica. Es decir, que se pueda diagnosticar en una fase temprana, cuando la persona presenta un deterioro cognitivo leve, compatible con una buena calidad de vida, y que no avance. Algo parecido a lo que ocurre con el sida: no se cura, pero dejó de ser una enfermedad mortal y ahora es un mal crónico, y se mejoró la calidad de vida de las personas afectadas», explica José Castillo.

Para conseguirlo se desarrollará una nanoestructura con una doble finalidad, diagnóstica y terapéutica, que pueda transportar un fármaco y que pueda dirigirse a la zona donde resulte más efectivo. Además, se trata de conseguir un test diagnóstico para detectar precozmente qué personas son candidatas a padecer una demencia, explican Sobrino y Castillo.

Impacto social y económico

Este proyecto tiene un impacto clínico, social y económico muy relevante. El alzhéimer constituye la primera causa de demencia en personas adultas, y más de 7,5 millones de europeos, con edades entre 30 y 99 años, sufren alguna demencia.

El progresivo envejecimiento de la población hace especialmente preocupante este problema de salud. Además, entre los años 2000 y 2013 aumentaron en un 71 % las muertes por alzhéimer, y su coste global asciende ya a varios miles de millones de euros. Afecta no solo a quien la padece, sino también a su entorno familiar.