El PP introduce una enmienda para comprometer a la Xunta una vez se transfiera
08 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La corporación de Lalín abrió el año con el pleno pendiente del 2015, con unanimidades en temas de calado que no evitaron debates entre gobierno y oposición. Fue el caso de la rebaja de los peajes de la autopista AP-53: defendió la moción del gobierno el nacionalista Francisco Vilariño, quien relató la historia financiera del vial hasta pasar de FCC-Bankia a fondos holandeses y británicos: «Coa autoestrada fíxose especulación e usura, e non serviu nunca para o que foi creada, a vertebración do país», incidiendo en la subida de tarifas un 70 % desde su apertura al tráfico hace algo más de una década pese a carecer de una alternativa viaria real. Intervino por el PP José Crespo, que acusó a Cuíña y Martiño Noriega de querer hacerse los adalides de la rebaja del peaje pese a saber «que é un canto ao sol». Recuperó la historia de la financiación de la autopista, con 60 millones a fondo perdido de Xunta y otros tantos de Fomento, pero como préstamo participativo, que imposibilitaron el peaje blando que propugnaba Xosé Cuíña, tras descartarse por inviable un peaje en sombra.
El alcalde Rafael Cuíña explicó que su padre le había indicado que la aportación de la Xunta al vial se debió a la negativa del Gobierno central ?también del PP? a asumir más fondos, pero dijo que «non boto culpas a ninguén, defendo os intereses dos lalinenses». Por eso demandó «deixar de utilizar este tema como arma arroxadiza segundo quen goberne» e ir todos de la mano. Lo hacía después de recriminaciones mutuas entre el popular Crespo al socialista González Casares, mientras Vilariño sostenía con razón que el BNG tuvo siempre la misma postura gobernase quien gobernase en Madrid. El PP se mostró dispuesto a apoyar el texto para rebajar el peaje ?a diferencia de lo que votado por los populares a finales de diciembre en el Parlamento gallego para rebajar al 50 % los peajes de AP-9 y AP-53?, a condición de introducir una enmienda: instar a la Xunta a comprometerse a la rebaja una vez transferido el vial, a la que el gobierno añadió que la Xunta haga ya todo lo posible para lograrlo hasta entonces. Pese a las reticencias de Vilariño ?«o PP agárrase a reclamar competencias para a Xunta para non facer nada»? el cambio abrió el paso a la unanimidad.
Sendas peatonales
No la consiguió el gobierno en su propuesta para instar a la Xunta a realizar sendas peatonales entre Donramiro y Moneixas, y Botos a Soutolongo. El PP se abstuvo, tras condicionar el apoyo a una addenda para que el Concello se comprometiese a acometer con fondos propios las obras si la Xunta no las hacía: Vilariño replicó que el Concello no está dispuesto a asumir competencias impropias, y menos en tiempos de crisis. Crespo ironizó que se elegía una senda en Moneixas porque Vilariño transita la zona al ir a su casa; el nacionalista contestó que la moción ni siquiera era de su autoría, y espetó: «Se miramos accesos ás casas que temos, a miña parroquia é a que menos aproveitamento ten».
Preguntas por el ENIL de Casas Vellas y respaldo a la malla de Doade
El pleno incluyó un respaldo unánime a la malla tradicional de Doade para su declaración como Festa de Interese Turístico Galego, lamentando la popular Eva Montoto que en su día no lograse un respaldo similar O Corpiño. Por su parte, desde el PP se plantearon distintas preguntas. Crespo demandó a la concejala de Medio Ambiente, Celia Alonso, qué pasos dio el actual gobierno municipal para la declaración de la zona de Casas Vellas como ENIL. La concejala dijo que se mantienen reuniones con vecinos afectados, que no entienden bien qué supone la citada declaración al considerar que podrían perder la propiedad de las fincas. Dijo que se está a la espera de realizar una propuesta con las firmas de los propietarios, un proceso que criticó Crespo Iglesias, quien preguntó si habrá reuniones conjuntas con los propietarios.
Los populares también preguntaron por los viajes del Imserso, admitiendo el gobierno un error en el proceso.
El portavoz del PP insiste en temor vecinal a hablar en reuniones con el alcalde lalinense
El portavoz popular, José Crespo, insistió en el pleno en la existencia de temor vecinal a hablar en reuniones con el alcalde de Lalín. Así lo indicó al referirse a quejas por la peatonalización, frente a las que Crespo les contestó que habían tenido una reunión para expresarse, y le indicaron: «Calquera fala alí, que che chama a atención», llegando a indicar que en una reunión con hosteleros el regidor llamó a uno «becerro». Cuíña no lo negó, pero dijo que fue en tono coloquial, sin mayor problema: «Se me pasara a min, quen vería a Nico», dijo Crespo.
En todo caso el alcalde dijo que en todas las reuniones sobre la peatonalización solo tuvo una queja, pese a que sabe que hay gente que está en contra, y recordó que incluso desde la AED señalaron no tener protestas. Recordó que es una situación reversible, y se harán encuestas anónimas para pulsar la opinión de todos. Cuíña dijo no admitir que el PP diga que se amenaza a nadie: «Eu recibo e escoito a todo o mundo, ameazas cero», señalando que hace días abandonó las comisiones informativas porque «se non montabase unha gorda», por estar dolido tras hablar Crespo en Radio Voz de temor a represalias por críticas.
Rafael Cuíña: «Concellos como Dozón empezan a deixar de ter sentido neste momento»
Crespo Iglesias encontró en los ruegos un modo de llevar al pleno cuestiones de actualidad. Así, demandó al gobierno local que esté encima de los datos de habitantes, por el riesgo de que en el contraste con el INE bajen sustancialmente: «Non canten victoria antes de tempo», aconsejó, por cuanto hasta final del año no se sabrá oficialmente si Lalín salvó la categoría. Cuíña dijo que su «optimismo» viene dado por el criterio de técnicos municipales, que estiman en 20.120 vecinos el padrón a final del 2015. En todo caso, el alcalde dijo a Crespo que «hai que dar pasos definitivos na fusión de concellos, mesmo no Deza: concellos como Dozón empezan a deixar de ter sentido neste momento».
Fue una de las confesiones de Cuíña Aparicio en un pleno donde el gobierno tumbó una moción tipo del PP en defensa de la unidad de España, por considerar que no era el pleno de Lalín el foro de debate adecuado. El alcalde dijo: «Son federalista: para min Galicia é unha nación, pero non teño problema coa unidade de España», mientras Crespo aplaudía la que consideró evolución al federalismo asimétrico por parte del regidor.
Moción sobre el comercio
También votó el gobierno contra la moción del PP sobre el apoyo al comercio local: Cuíña admitió a la popular Raquel Lorenzo que no cumplió su promesa electoral de rebajar impuestos entre el 20 % y el 30 % a comercios «porque cambiamos o modelo, pero destinamos máis cartos ao comercio do que aforrarían con esa medida», palabras que el PP puso en duda, pero sin datos.
El gobierno acusa a Crespo de haber utilizado electoralmente pagos de productividad a personal
El PP logró una amarga unanimidad en su moción para demandar más transparencia al gobierno: en una sesión retransmitida ya en streaming, retiró el punto que solicitaba eso. Sobre emitir los plenos en Radio Lalín, el edil Tomás Vilariño dudó del interés, pero dijo que podría colgarse un fichero de audio. Quedaba el libro de registro de decretos, y Varela se centró en la cuestión.
Pero Casares contraatacó: «Hai 25 anos que tiña que estar ese libro», empezó, a lo que Crespo replicó que en todo caso serían 37 años de carencia. Pero Casares se centró en el exalcalde, y le acusó de haber escamoteado información de decretos al pleno, como pasó en el caso del Lalín Arena, y del uso electoral de los pagos por productividad a los empleados municipales del Concello de Lalín: de 13 o 14 personas que los percibían normalmente, se pasaba a 52 o 54 en años de elecciones municipales. Crespo replicó: «É kafkiano. Dabamos productividade a persoal que o merecía obxectivamente, porque traballa máis porque se lles facía traballar máis, non teño nada que ocultar: cando un goberno ten que dar a lección [en las municipales] fai traballar máis ao grupo de goberno, e aos funcionarios porque che teñen que dar máis documentación», por lo que podían trabajar por las tardes», explicaba ante las risas de Casares y Cuíña, que le sugirió: «¿Non é máis fácil decir ?colléronnos, non o volveremos facer?». Desde el PP instaron a que denuncien si hay una ilegalidad, que Casares ya admitió no existe. Varela preguntaba cuál es el objetivo de las productividades que está pagando ahora el gobierno local.