Tres novillas y un burro, bajas del lobo en una granja de Carboentes en 6 meses

P. V. LALÍN / LA VOZ

RODEIRO

rober amado

La última frisona la mató ayer a menos de trescientos metros del núcleo de población

09 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Juan Carlos Daparte los lobos le imponen el tipo de explotación que debe tener. El quiere que sus novillas pasten en el prado y el lobo está acabando de conseguir que estén estabuladas permanentemente. Ya lo había decidido hace algún tiempo después de varios ataques y reses muertas pero ayer parece que ya quedo convencido: «Metereinas dentro, é a única solución».

En la madrugada de ayer Carlos y su familia sintieron sobre las cuatro de la madrugada las campanillas de sus vacas pasar por el núcleo de Carboentes. Salieron con presteza, reconocieron el rebaño de novillas y faltaban dos. Siguieron hacia una finca distante de Carboentes a 300 metros. Primero localizaron una en perfecto estado, estrés a parte, y luego la otra. «Estaba morta, aínda quente e mordida na barriga, cas tripas fora». Así de crudo lo vive Juan Carlos que valora que al llegar tan rápido el lobo escapó sin comer ni llevarse nada.

El burro para alertar duró 4 días

Juan Carlos habla desde la dura experiencia de un goteo de pérdidas en su cabaña, insostenible. En menos de seis meses los lobos acabaron con tres novillas y un burro. A finales de mayo le mataron una. Ocho días después, en junio, otra. En julio, este ganadero de Rodeiro acudió al mercado de ganados del Apóstol, en Santiago. Adquirió un burro. No protegen del lobo pero tienen un extraordinario oído y lo detectan cuando todavía está lejos y alertan de su presencia. Pero no hubo suerte. Los lobos, solo cuatro días después de llegar a la granja, lo mataron. Era finales de julio.

La pausa de animales sacrificados por el lobo en esta granja duró hasta ayer, cuando una de las novillas de la quincena de frisonas que tenía en el prado el ganadero fue la última víctima.

Ante su denuncia del hecho, Medio Ambiente revisó el caso y confirmó al ganadero que se trata de un ataque del lobo. Parece que fue uno solo y de el recogieron huellas en zona embarrada del camino. Si hubo más no salieron de zona de hierba.

Todos los ataques con reses muertas fueron en fincas distintas con muro de más de un metro y pastor eléctrico, que como ayer, cuando se vuelva locas por la presencia del lobo lo destrozan sin contemplaciones, explica Juan Carlos.

El impacto en la granja es grande, la inseguridad y la impotencia algo normalizado y las alternativas denunciar y encerrar las reses en la granjas.

Por lo demás, lo de las indemnizaciones, como siempre. Tiene confirmado, aún sin cobrar, que le pagan por una novilla muertas 520 euros. Son frisonas recriadas y seleccionadas. Los seguros agrarios las tasan en 1.200 euros lo que da idea del impacto. Y no es todo. Ningún ganadero recría una frisona para venderla y menos a ese precio. Se pierde mucho tiempo y dinero en cada pérdida. Juan Carlos cree que los lobos no le van matar más novillas... «se as teño encerradas». El lobo es quien dirige la explotación.

Unións Agrarias pide solución a una situación inaguantable y cerca de las casas

El sindicato Unións Agrarias, a través de su secretario comarcal Román Santalla, reclamó ayer soluciones a los continuos ataques de los lobos en la zona. Asegura que en Rodeiro la situación es «inaguantable» con ataques que la gente no denuncia más que en un 20 % de casos para evitar problemas y ganar en tranquilidad.

Santalla también asegura que los ataques en Dozón, Lalín y Vila de Cruces, los ataques «tamén son continuos». El líder de Unións Agrarias asegura que no se puede mantener al situación por más tiempo, la gente tiene miedo, cada día son los ataques más cerca de las casas y «sen que a Xunta adopte ningunha decisión para solucionar este grave problema».

Para Unións existe sobrepoblación de lobo y le extraña que existiendo al alza fauna salvaje el lobo ataque a los animales domésticos. «Non se pode seguir así, de brazos cruzados», clama.

Alternativas de Unións

Unións planeta tres alternativas Una es que se paguen los daños reales y en tiempo y forma. Otra, que se realice un estudio sobre la población de lobo y los excedentes de lobería si hubiese y que se proceda a reducir la población si los estudios asó lo requieren. Una tercera opción seria que se le aporte alimentación en las zonas donde está y conoce Medio Ambiente.